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El holandés marcó dos gles en la victoria por 0-6 ante el Paderborn. Dos tantos que le colocan como máximo goleador de la Bundesliga, con 16 goles en 18 partidos.

El Bayern de Múnich volvió a pasearse esta jornada en la Bundesliga. El equipo alemán ha dejado atrás los problemas que tuvo tras el parón de invierno. La derrota por 4-1 ante el Wolfsburgo fue un aviso de que si se dormían cualquier conjunto les podía plantar cara. Pues bien, en las dos últimas jornadas el balance para los de Pep Guardiola es de 14 goles a favor y cero en contra. Números que llegan tras el 8-0 al Hamburgo y el 0-6 esta jornada al Paderborn, un equipo que al comienzo de la temporada llegó a estar líder.

"Tenía mucho miedo"

En la victoria sobresalió una vez más Arjen Robben. Es curioso lo que ocurre con el holandés, cada año que pasa es mejor y hasta parece más joven. Ayudó con dos goles suyos en el 0-6, colocándose como máximo goleador de la Bundelisga con 16 goles en 18 partidos. Robben ha superado así una de las facetas que se le echaba en falta para estar entre los mejores del mundo: el gol. En sus comienzos en el PSV destacó por ser un virtuoso del regate, un futbolista que corría más con el balón en los pies que sin él, algo muy difícil de encontrar. Sin embargo, a esas virtudes apenas añadió un goteo de goles: 13 en su primera temporada, 8 en la segunda y 9 en la tercera. No le importó al Chelsea, que contrató a un extremo puro, perfecto para su juego vertical. Pero en Londres se encontró con el golpe más duro de su vida: un cáncer testicular. El miedo le atrapó: "Tenía mucho miedo. Vivir sin que el fútbol fuera lo más importante fue algo difícil. La espera fue terrible. No sabía qué iba a pasarme?, le dijo el zurdo a la revista mensual del Chelsea.  Después de una complicada intervención quirúrgica, el holandés superó el cáncer, aunque no las consecuencias psicológicas de verse tan joven (apenas 23 años), al borde del abismo. Fue entonces cuando un amigo le envió la autobiografía de Lance Armstrong, ciclista que pudo superar al cáncer para ganar 7 títulos del Tour de Francia. Años después se ha sabido que el norteamericano vivió en una mentira constante, pero sí sirvió de ejemplo de lucha para muchos. Su fortaleza mental también se vio recompensada en el plano físico, la enfermedad había desaparecido. Robben sabía que había ganando su partido más difícil: "¿Por qué vas a sentirte incómodo al hablar de algo así? Ahora que estoy curado, me siento tranquilo y es bueno que lo diga. Puede ocurrirle a cualquier hombre en cualquier momento y puede llevar a consecuencias terribles. Nunca hay que rendirse?.

Jugador de cristal

Y así ha sido durante toda su carrera, siempre mirando a portería, sin frenarse ante los golpes. Tras el Chelsea fichó por el Real Madrid, club donde por momentos fue comparado con Messi. No eran exageraciones, ya que hablamos del Messi antes de Guardiola. Pero volvieron a aparecer los problemas. EL holandés apenas aguantaba más de un mes sano. Su frágil musculatura le convirtió en un jugador de cristal. A pesar de todo, el Bayern de Múnich no dudó en apostar por él poniendo encima de la mesa una cantidad cercana a los 30 millones de euros. Un negocio redondo, pensaron en el Real Madrid, que creía deshacerse de un jugador con los años de carrera contados. Sin embargo, Robben se ha hecho más futbolista en el Bayern de Múnich, donde recuperó la estabilidad física y futbolística. Entre medias se cruzaron más golpes, como el penalti fallado ante el Chelsea en la final de la Champions League o el error ante Casillas en la final del Mundial. Pero, como hizo contra el cáncer, se ha levantado. Marcó el gol decisivo del Bayern de Múnich en la final de la Champions de hace dos años. Un tanto que le hizo quitarse el cartel de jugador gafe en las finales. Ahora su progresión sigue en aumento, al igual que su edad, pero Robben parece más joven que nunca. Su clásica jugada en diagonal buscando la portería contrario es mil veces repetida, pero sigue siendo indescrifrable para los defensas. La 'bala' holandesa sigue corriendo.

Isco, el jugador diferente

En el fútbol, no cabe duda, gustan los jugadores diferentes. Aquellos que por su físico serían descartados por los grandes ojeadores, pero que brillan con luz propia. El jugador del Real Madrid nació con una pelota pegada al pie. El balón se acompasa con el balón. Virtudes que le hacían un gajugador, aunque le faltaba añadir la parte defensiva. Un trabajo que ha ido aprendiendo en el Real Madrid poco a poco de la mano de Carlo Ancelotti. Isco ahora es capaz de tirarse al suelo para robar un balón y en la jugada siguiente intentar un caño al rival. Es un futbolista diferente, de los pocos que quedan en un fútbol cada vez más encorsetado. Por eso no importa si juega en el equipo rival: Isco gusta a los que les gusta el fútbol.

@futboltactico

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