Ver más MVPs

Napoli, Coppa de Italia, Rafa Benítez, Fiorentina, Real Madrid, Atlético, Barcelona, Liverpool.

Rafa Benítez ha sido elevado a la categoría de héroe en Nápoles, un lugar donde no hay término medio: o eres amado u odiado. El técnico español conquistó el pasado fin de semana la Copa de Italia, el único título que le faltaba en su extenso palmarés. Benítez ha ganado Ligas con el Valencia, la Champions League y la Supercopa de Europa con el Liverpool, el Mundial de clubes con el Inter y la Europa League con el Chelsea, al margen de una Supercopa de España y otra de Inglaterra.

El Nápoles, en una final marcada por los violentos incidentes previos a la final (hubo tres heridos, uno con un disparo en el pecho), acabó con victoria de los de Benítez por 3-1. Insigne e Higuaín ya habían puesto el 2-0 en el marcador cuando apenas se habían disputado cuarto de hora de partido. A pesar del golpe, la ?Fiore? recortó distancias a la media de hora con un gol de Vargas. Con el 2-1 apareció la verdadera versión de Rafa Benítez, puro estratega cuando se trata de defender una renta. Inler, a falta de diez minutos para el final, sentenció la final a favor del Nápoles.

Pensando en el futuro

La Copa de Italia puede parecer poco premio para una temporada que arrancó con máximas expectativas. Los buenos resultados hicieron soñar a la afición con la Liga y poder hacer algo grande en Champions, pero todo se torció en diciembre, cuando el equipo italiano quedó apeado de la máxima competición europea (igualado a doce puntos con Arsenal y Dortmund) y se distanció en la Liga de la Juventus. La razón no era otra que una plantilla corta de efectivos y con la necesidad de reforzarse de cara a la próxima temporada, donde Benítez espera terminar de formar un bloque sólido.

El camino de Rafa Benítez hasta la cima ha sido largo y muy trabajado. Futbolista modesto, el técnico se formó en la cantera del Real Madrid. Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, siempre ha destacado por entender el fútbol desde un punto de vista académico, controlando todos los parámetros para llegar al éxito. Sus primeros pasos como entrenador fueron muy duros: destituido en el Valladolid y Osasuna. Tuvo que volver a empezar de cero en el Extremadura para ganarse un nombre. Con el equipo azulgrana consiguió un milagro: ascender a una ciudad con menos de 10.000 habitantes a la Primera División. Un éxito que repitió en el Tenerife. Benítez, sin quererlo, se había convertido en un técnico perfecto para ascender a equipos desde la Segunda División.

Rafa Benítez, donde va triunfa

Un rol al que parecía haberse adaptado, pero en la temporada 2001-2002 dio el salto a un grande, el Valencia. Benítez tenía que cubrir el hueco de Héctor Cúper, un entrenador que llevó al club a vivir sus mejores años, pero muy discutido en el juego. Le costó tiempo, pero Rafa Benítez consiguió crear un bloque sólido, capaz de arrebatarle la Liga al Real Madrid de los ?Galácticos?. Dos años después llegó más lejos: repitió ganando la Liga y conquistó la Copa de la UEFA ante el Olympique de Marsella.

Sin embargo, el matrimonio Valencia-Rafa Benítez acabó saltando por los aires días después. Benítez no encontró el apoyo deseado en la directiva y se marchó al Liverpool, ciudad donde aún sigue siendo un héroe. Allí obró el milagro de Atenas, llevando a los ?reds? a ganar la Champions League ante el Milan tras una remontada imposible. Su única espinita en Anfield fue no poder ganar la Premier League, una competición, como le ocurre actualmente con el Nápoles, demasiada larga para su plantilla. Tras seis años maravillosos (su amor por la ciudad es tal que sigue teniendo una casa allí), Benítez puso punto y final a su etapa en Anfield en 2010. Desde entonces el técnico español ha cambiado varias veces de aires en los últimos años, adquiriendo el rol de entrenador revulsivo. En el Inter ganó el Mundial de clubes y llevó al Chelsea a ganar la Europa League el año pasado, pero Benítez quiere otra cosa: construir su nuevo Valencia en Nápoles. De momento ya ha puesto la primera piedra?

¿Alguien quiere ganar la Liga?

Esa es la pregunta que se hacen hoy los aficionados al fútbol. Y es que Atlético, Real Madrid y Barcelona han perdido esta jornada una oportunidad única. Los tres han llegado a este final de Liga con la lengua fuera, sin fuerzas en las piernas tras una temporada cargada de partidos. Se entiende menos en el Barcelona, eliminado de la Champions hace un mes, pero los azulgrana han perdido tensión competitiva desde entonces, sólo así se entiende el gol del empate del Getafe.  El mejor parado, a pesar de la derrota, fue el Atlético, que sigue dependiendo de él mismo, aunque su situación ha cambiado: ahora necesita al menos empatar un partido y ganar otro. Así que parece que tendrá que salir en la última jornada al Camp Nou a puntuar. Una situación que no muchos esperaban ya en el Vicente Calderón.

El Real Madrid, por su parte, pagó caro su excesiva confianza ante el Valencia. Salió ordenado y bullicioso, pero el equipo, una vez más, se acabó partiendo por el medio. El tanto de Ronaldo en el minuto 93 mantiene a los de Ancelotti en la pelea, aunque cada vez resulta más imposible. Y más cuando queda la sensación de que ha sido el Madrid el que no ha querido la Liga.

La Juventus enjuaga sus lágrimas

Italia ha celebrado este fin de semana dos títulos. Uno para el Nápoles, la Copa, y la Liga para la Juventus.  La ?Vecchia Signora? llega así a su título de Liga número 30, el tercero seguido. Un éxito que sirve para enjuagar la mala temporada en Europa, el talón de Aquiles de un equipo que se muestra intratable dentro de sus fronteras, pero vulnerable cuando toca salir de casa. Un trabajo que Antonio Conte intentará solucionar en la próxima temporada.

Texto: Héctor García

Ver más reportajes