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El Liverpool, veinticuatro años después (ganó su último título en la temporada 89-90), está cerca de volver a ganar una Liga. Las lágrimas de Steven Gerrard tras la última victoria ante el Manchester City por 3-2 fueron las propias de la afición ‘red’. El Liverpool ha encandilado a las islas con un fútbol distinto, atrevido y, en ocasiones, frenético con futbolistas como Luis Suárez, Sterling, Coutinho, Sturridge o el propio Gerrard. A falta de cuatro partidos para el final del campeonato, los de Anfield dependen de ellos mismos para acabar con su maldición en la competición doméstica.

El Liverpool, veinticuatro años después (ganó su último título en la temporada 89-90), está cerca de volver a ganar una Liga. Las lágrimas de Steven Gerrard tras la última victoria ante el Manchester City por 3-2 fueron las propias de la afición ?red?. El Liverpool ha encandilado a las islas con un fútbol distinto, atrevido y, en ocasiones, frenético con futbolistas como Luis Suárez, Sterling, Coutinho, Sturridge o el propio Gerrard. A falta de cuatro partidos para el final del campeonato, los de Anfield dependen de ellos mismos para acabar con su maldición en la competición doméstica.

Discípulo de Mourinho

El artífice de este cambio en el Liverpool es Brendan Rodgers, un entrenador hasta hace poco desconocido en el panorama internacional. La carrera de Rodgers hasta la cima ha sido atípica, distinta a la de muchos entrenadores de las islas. Su gusto por el buen juego viene de lejos, cuando en sus comienzos se recorrió media España estudiando a las canteras de los principales equipos de la Liga. Pero su carrera quedaría marcada por otro momento: la llamada de José Mourinho para que se hiciera cargo de la cantera del Chelsea. Allí Rodgers aprendió todos los secretos del entonces ?Special One?. ?Fue el equivalente de estudiar en el Harvard del fútbol?, ha asegurado en varias ocasiones sobre su trabajo con Mourinho. ?Lo que más me marcó de él fue su habilidad para respetar a todos los jugadores, estén jugando o no?. Ahora, caprichos del destino, su Liverpool se juega la Liga con el Chelsea de Mourinho.

Lo mejor de todos

Después de trabajar durante varios años con Mourinho, Rodgers decidió que le tocaba volar solo, aunque su primera experiencia en los banquillos en 2008 acabó con una gris temporada en el Watford. Tampoco le fue bien en el Reading, club donde comenzó años atrás en las categorías inferiores. Su vida cambió en Galés, en el Swansea, donde relevó a un técnico mítico para los galeses: Roberto Martínez. Rodgers consiguió el ascenso a la Premier y la temporada siguiente mantuvo al equipo en la categoría desplegando uno gran fútbol. Sus buenos resultados le llevaron a Anfield, donde el año pasado fue un período de aclimatación. Nada que ver con esta temporada. Brendan Rodgers, fiel a su filosofía de confiar en la cantera, no sólo está consiguiendo resultados, también está ha sacado una gran cantidad de nuevos jugadores: Sterling o Flanagan, entre otros. Asimismo, el técnico del Liverpool también ha conseguido que veamos la mejor versión de Luis Suárez, Sturridge o que Steven Gerrard, al que muchos ya daban por muerto, haya recuperado su mejor nivel.

El Atlético tiene la Liga en su mano

Si el Liverpool tiene la Liga muy cerca, en España ocurre lo mismo con el Atlético de Madrid. En cierto modo, Liverpool y Atlético se parecen. Nadie esperaba que a estas alturas ninguno de los dos dependiera de ellos mismos para ganar la Liga. La filosofía en ambos equipos ha sido la de ir partido a partido. Una idea que Simeone ha sustituido desde ayer por la de ?final a final?. Los rojiblancos ganaron 0-2 al Getafe en una salida que podía ser peligrosa. Pero nada puede con este Atlético, donde los jugadores son capaces de dejarse la pierna para marcar un gol. El gol de Diego Costa es un reflejo claro de este equipo: sangre, sudor y? victorias.

Por Héctor García

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