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Cien años han tenido que pasar para que Chile levantara su primera gran Copa. La Copa América. El triunfo llegó en la tanda de penaltis, con una locura de Alexis Sánchez.

Cien años. Es el tiempo que ha tardado Chile en ganar su primer gran campeonato. La centenaria espera se acabó el pasado sábado, desde el punto de penalti, con Alexis Sánchez como héroe de toda una nación. Tenía que ser un 'Niño Maravilla', como se le conoce al jugador del Arsenal. No había realizado un gran campeonato Alexis Sánchez, voluntarioso, pero excesivamente anárquico. El chileno llegó al campeonato con grandes expectactivas tras una muy buen temporada en el Arsenal, donde ha sido el mejor del año. Un nivel al que no ha llegado en esta Copa América.

La historia de Alexis Sánchez es la de cualquier jugador chileno, consiguiéndolo todo desde la pobreza. Tuvo una infancia muy dura, siendo descubierto por el Alcalde de Tocopilla, su ciudad, para ser futbolista a los 15 años. Cobreola, reciente campeón de la Liga chilena y en pleno desierto de Atacama, un lugar extraterrestre, fue el equipo donde Alexis empezó a desmostrar que su carrera no se iba a quedar ahí. 'El Pelado' Nelson Acosta lo llamó para debuta con el primer equipo en 2005. 'El Niño Maravilla', lo llamó el periodista Jaime Cortés, de El Mercurio. Ya no habría pausa para un futbolista eléctrico. Colo-Colo, River Plate y Udinese. En Italia encontró su mejor nivel, siendo el mejor de la Serie A. Su nombre empezó a sonar en todas las portadas de la prensa europea, con todos los grandes atentos a su decisión. Finalmente fue el FC Barcelona, pedido por Pep Guardiola. 

'El Niño Maravilla' arrancó fuerte, siendo uno de los grandes jugadores azulgrana, con gol incluido en la victoria por 0-1 ante el Real Madrid. Pero a partir de ahí empezó a diluirse su figura, a la sombra de Messi y sin la chispa que le había llevado al Barcelona. Después de una mala temporada con el Tata Martino, Alexis aceptó la oferta del Arsenal. El ritmo de la Premier League se acomoda a su estilo de fútbol, siempre impulsivo, siempre con la portería rival en el punto de mira.

El sábado decidió que se iba a jugar la Copa América a lo 'Panenka'. Una locura que, eso sí, tenía un colchón: Chile ganaba 3-1 en la tanda de penaltis. No fue perfecta su ejecución, pero sí consiguió el objetivo: un gol que vale un título. El grito de Alexis fue acompañado por el de toda una nación acostumbrada al sufrimiento constante. También cambió el recuerdo del Estadio Nacional, 'cárcel' en la Dictadura de Pinochet. La victoria de Chile también sirve para confirmar un cambio de orden en el fútbol sudámericano, donde Argentina y Brasil ya no mandan. La albiceleste, como Messi, estuvo pérdida en la final, solo a la espera de algún destello de algunas de estrellas. Brasil, mientas, se despidió del torneo hace semanas. La duda ahora es saber si el arquitecto de todo esto, Sampaoli, se quedará para intentar el reto de hacer algo grande en el Rusia 2018. Todo un país se lo pide.

@futboltactico

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