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El delantero uruguayo marcó el tanto decisivo en la victoria del Barcelona ante el Real Madrid. Un gol que cambió el partido, hasta entonces dominados por los de Carlo Ancelotti.

Ha pasado una vuelta desde que Luis Suárez debutara con la camiseta del FC Barcelona. Lo hizo ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu, después de la dura sanción de cuatro meses que la FIFA le impuso por su mordisco a Chiellini en el Mundial de Brasil. Cuatro meses en los que 'Lucho' pensó en todo en menos fútbol. No pudo ser presentado con la camiseta del FC Barcelona en el Camp Nou. La FIFA también le prohibió hasta eso. Su cabeza desconectó tanto como su cuerpo: ganó algunos kilos de más durante la sanción. Poco a poco, y con la ayuda de volver al fútbol, Luis Suárez ha vuelto a ser el Luis Suárez que asombró en el Liverpool. Se ha tenido que adaptar al rol que le pide Luis Enrique, un secundario a la ordenes de Messi. Pero también hay hueco para él como ha demostrado ante el Real Madrid. Cuando peor estaba su equipo, Luis Suárez ha salido al rescate con el su gol.

"Para eso pagamos lo que pagamos por él"

El uruguayo bajó el balón suavemente con un giro de tobillo para seguir con el balón en carrera. Casillas salió demasiado rápido y demasido mal para atajar un balón que iba cruzado al otro palo. Casillas lo esperaba al primero. Según entreba el balón, Luis Suárez gritaba su gol. Es uno de los pocos delanteros que lo sigue celebrando con esa sencilla pero certera palabra. En la ida de octavos de la Champions League ante el Manchester City se le pudo escuchar bien claro: 'Gol'. Al margen de su tanto, el charrúa ofreció esfuerzo eterno, mordiendo en cada balón divido. No estuvo acertado en los últimos minutos de partido, donde el Barcelona perdonó una goleada mayor. A pesar de esto, Luis Suárez sale reforzado del Clásico. Un gol que una vuelta después le ha vuelto a colocar como uno de los grandes jugadores del momento. La FIFA también se olvidó de él no metiéndolo en el Once de Gala del pasado año. Y eso que fue Bota de Oro junto a Cristiano Ronaldo. Su grito en el gol del 2-1 también es un grito de rabia. "Para eso pagamos lo que pagamos por él", afirmó en rueda de prensa Luis Enrique, entrenador del FC Barcelona. Hasta ochenta millones. 'Lucho' los vale.

Piqué, Modric y Claudio Bravo

Fue un Clásico de secundarios. Marcó Cristiano Ronaldo, pero no completó un partido redondo. Tampoco Messi, quien estuvo más aleado de lo habitual del gol. Sí brilló Piqué, excelso en el corte ante las balas del Real Madrid. El central azulgrana también se mostró poderoso en la organización de la defensa culé. También tuvo gran peso Claudio Bravo, quien hizo varias paradas de mérito. Luis Enrique confió en él a pesar de tener ya fichado a Ter Stegen. Lo necesitaba, por calidad y jerarquía. Mientras, en el Real Madrid brillaron dos futbolistas: Modric y Benzema. El croata, hasta que tuvo gasolina, fue el dueño del medio del campo, del Madrid y del Barcelona. Benzema, por su parte, ofreció una lección de lo que se llama el 'falso nueve'. Su toconazo-asistencia a Cristiano Ronaldo es una obra de arte.

@Hektor83GS

 

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