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En un clásico lleno de errores y polémica, Iniesta puso la cordura. El futbolista del Barcelona desplegó toda su magia en el Santiago Bernabéu, un campo donde no se había estrenado como goleador hasta esta última jornada. El Real Madrid-Barcelona dejó la sensación de que ambos equipos no están bien. Fue un partido trepidante, eso sí, pero repleto de errores por ambos entrenadores, que en ningún momento supieron leer el partido. Carlo Ancelotti lleva meses reclamando equilibrio. Equilibrio en defensa, equilibrio en el medio del campo e incluso en la franja de ataque. Pero al italiano le será casi imposible conseguirlo con Cristiano, Bale y Benzema, tres futbolistas listos para atacar, pero sin ninguna vocación defensiva. Basta con ver el primer gol de Iniesta. Carvajal debía esperar la cobertura de Bale (su compañero de banda), pero éste nunca llegó, defendiendo a Iniesta con la mirada. El Real Madrid también perdió la batalla en el medio del campo. Di María agotó toda su energía en el primer tiempo, donde fue el revulsivo del Madrid… por la banda. Y es que el argentino es un futbolista creado para el desborde y el centro, no para sujetar un medio del campo. De este modo, Modric y Xabi Alonso se vieron siempre superados por la capacidad de recuperación de Sergio Busquets, la presencia de Cesc y la magia de Iniesta (Xavi no estuvo).

En un clásico lleno de errores y polémica, Iniesta puso la cordura. El futbolista del Barcelona desplegó toda su magia en el Santiago Bernabéu, un campo donde no se había estrenado como goleador hasta esta última jornada. El Real Madrid-Barcelona dejó la sensación de que ambos equipos no están bien. Fue un partido trepidante, eso sí, pero repleto de errores por ambos entrenadores, que en ningún momento supieron leer el partido. Carlo Ancelotti lleva meses reclamando equilibrio. Equilibrio en defensa, equilibrio en el medio del campo e incluso en la franja de ataque. Pero al italiano le será casi imposible conseguirlo con Cristiano, Bale y Benzema, tres futbolistas listos para atacar, pero sin ninguna vocación defensiva. Basta con ver el primer gol de Iniesta. Carvajal debía esperar la cobertura de Bale (su compañero de banda), pero éste nunca llegó, defendiendo a Iniesta con la mirada. El Real Madrid también perdió la batalla en el medio del campo. Di María agotó toda su energía en el primer tiempo, donde fue el revulsivo del Madrid? por la banda. Y es que el argentino es un futbolista creado para el desborde y el centro, no para sujetar un medio del campo. De este modo, Modric y Xabi Alonso se vieron siempre superados por la capacidad de recuperación de Sergio Busquets, la presencia de Cesc y la magia de Iniesta (Xavi no estuvo).

A Iniesta le da igual el escenario

El manchego es un futbolista diferente. Impasible cuando el resto se pone nervioso. La clave de su gol estuvo en el control orientado. Otros futbolistas habrían necesitado al menos dos toques para colocar la pelota franca para el disparo; Iniesta no, un toque y zurdazo directo a la portería. El futbolista del Barcelona también dio toda una lección de controles, giros, regates y pases. Su fútbol despertó al equipo azulgrana cuando peor lo estaba pasando. No importa que pasen los años ni el escenario, Iniesta sigue siendo ese pequeño jugador que destacó en un torneo de fútbol siete con apenas nueve años.

Volvió Messi? pero ¿se había ido alguna vez?

El Clásico también tuvo otro gran protagonista: Leo Messi. Casi todos habían dudado del argentino en los últimos meses, pero el ?10? siempre aparece en las grandes citas. El argentino mostró su otra cara ante el Real Madrid. Es cierto que ya no es el jugador imposible de parar cuando arranca, pero Leo está aprendiendo a interpretar el fútbol de otra manera, jugando en segunda línea, donde muestra su gran visión de juego para el pase final. Precisamente el primer ataque del Barcelona fue una asistencia de Messi a Neymar. El delantero del Barcelona acabó el encuentro con tres goles y dos asistencias: la de Iniesta en el 0-1 y la de Neymar en el penalti del 3-3. Hubo alguna más, pero el brasileño, muy frágil, no supo finalizarlas.

La BBC, muy gris

El partido, si hubiera acabado con victoria blanca, habría sido de Benzema, un futbolista sublime en su manera de interpretar el fútbol, pero sin alma de delantero centro. Marcó dos goles, de muy bella factura el segundo, pero perdonó demasiado. Y en un clásico donde te estás jugando la Liga eso pesa mucho. Por su parte, Cristiano volvió a mostrar toda su ansiedad ante el Barcelona y Bale sólo dibujó dos arrancadas. Muy poco para dos futbolistas que entre ambos llegan a los 200 millones de euros.

Demasiados problemas para Real Madrid y Barcelona

La mayoría de las portadas de hoy señalan el encuentro como vibrante, lleno de emoción. Y es cierto, pero fue uno de los peores clásicos de los últimos años. Dani Alves, uno de los jugadores que mejorar analizan el fútbol ante los medios, lo apuntó tras el encuentro: ?No fue un buen partido?. Hubo más errores que aciertos, demasiada polémica arbitral que ensució el encuentro. La lectura por parte de ambos equipos debe ser a futuro: ¿Están listos para competir en la Champions League contra equipos de máximo nivel? Creo que no. El Madrid sufre en el medio del campo por la falta de equilibrio en la delantera; el Barcelona, por su parte, tiene serios problemas para defender. Sólo un futbolista, Di María, les creó enormes problemas durante la primera mitad.

Luis Suárez y el Chelsea

El fin de semana deja otros grandes nombres. José Mourinho amargó la fiesta de cumpleaños a Wenger (el francés cumplió 1000 partidos en el banquillo del Arsenal) con una contundente victoria del Chelsea por 6-0. Los ?gunners?, como ya le ocurriera ante el Liverpool, apenas duraron cinco minutos sobre el campo.

Precisamente el Liverpool sigue soñando con el título de Liga gracias a Luis Suárez. El futbolista uruguayo es ahora mismo el futbolista más en forma del viejo continente. Sus tres goles ante el Cardiff le colocan como máximo goleador de las ligas europeas con 28 tantos en 25 partidos (el Liverpool se perdió los primeros partidos de la temporada por una sanción que arrastraba del año pasado).

Por Héctor García

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