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El MVP de la Jornada
El líder Carlo Ancelotti.
?Algo tiene que cambiar y va a cambiar?. Ese fue el titular de la rueda de prensa de Carlo Ancelotti tras la derrota del Real Madrid ante la Real Sociedad el pasado 31 de agosto. Cincuenta días después, el equipo blanco camina líder en solitario de la Liga, con su mejor fútbol de los últimos años (se le ha comparado exageradamente con el Barcelona de Guardiola) y una media de goles que apunta a los 140. Es decir, Ancelotti ha cumplido con su promesa, y lo ha hecho sin ruido.
El italiano destaca por su carácter mesurado y pacificador. No le importa rectificar cuando sabe que se ha equivocado, como ocurrió la semana pasada, cuando cargó contra Blatter, presidente de la FIFA, después de que éste afirmara que el portero alemán Neuer merecía el Balón de Oro. ?Blatter no sabe callarse?, afirmó el italiano, al que le habían informado mal. Y es que Blatter había pedido el Balón de Oro del Mundial, y no el de la temporada 2014, donde Ancelotti defiende a muerte a Cristiano Ronaldo. Diez horas después de sus palabras contra el presidente de la FIFA, el italiano pidió perdón. Así son las grandes ?broncas? que se montan alrededor de Ancelotti, cosa de niños si la comparamos con las de José Mourinho, quien mantuvo siempre en alerta a los encargados de gestionar la comunicación en el Real Madrid.
¿Ampliación de contrato?
Carlo Ancelotti es el alumno aventajado de Arrigo Sacchi. El ?maestro? italiano, a la par que un equipo, formó una cantera de entrenadores: Marco Van Basten, Donadoni, Rijkaard? Todos han probado suerte en los banquillos, aunque sin suerte, salvo Rijkaard, quien se coronó con el FC Barcelona, pero a sus 52 años ha decidido retirarse. Ancelotti no solo ha ganado (entre otros títulos tres Copas de Europa), también ha resistido en el tiempo. La semana pasada, en una entrevista a una radio nacional, deslizó que su deseo era retirarse en el Real Madrid. De momento el club parece que le va a proponer la ampliación de contrato. Una decisión que, sin duda, sería muy acertada para el Real Madrid, que ha encontrado en el italiano el ?equilibrio?, una idea que el propio Ancelotti ha buscado hasta la extenuación y la ha acabado encontrado en este Real Madrid.
El año pasado lo consiguió convirtiendo a Di María en un perfecto volante de ida y vuelta. Asimismo, varió el esquema de juego para superar brillantemente al Bayern de Múnich con un 1-4-4-2. Esta temporada tampoco le ha importado cambiar su esquema de juego para conseguir lo que buscaba tras las salidas de Xabi Alonso y Modric. Pasó del 1-4-3-3 al 1-4-4-2 con Isco y James actuando como volantes. Siempre el equipo por encima de sus ideas. Y es que Ancelotti, como él mismo dice, es un entrenador de clubes? y presidentes. Solo así se entiende que haya podido trabajar y sobrevivir a Berlusconi, Abramovich, el jeque del PSG y ahora Florentino Pérez. Su carácter también ha enganchado al vestuario, fiel defensor de su entrenador. ?Me gustan las relaciones al mismo nivel. No me gusta que el entrenador esté por encima, pero tampoco por debajo. La disciplina es importante. Está claro que no me gusta enfadarme con los jugadores, pero hay reglas que hay que cumplir", resume su filosofía de trabajo. Una filosofía que ha llevado al Real Madrid a lo más alto del fútbol europeo.
Sergio Agüero, la estrella del derbi
El derbi de Manchester ha pasado a tener claro color azul celeste, el del City, quien volvió a imponerse al United. Fue un nuevo partido tenso, escaso de fútbol, algo que se está convirtiendo en costumbre en la Premier League en los últimos meses. ¿No me creen? Pónganse el United-Chelsea de la semana pasada. Volviendo al derbi de Manchester, el gran protagonista fue Sergio Agüero, que marcó el único tanto del partido en el minuto 63 de partido. Un gol que mantiene a los ?citizens? a seis puntos del Chelsea, que volvió a ganar (2-1 al QPR) de manera eficaz, pero sin brillo. Mucho más lejos está el United (a 13), que en diez jornadas solo ha podido sumar 13 puntos. Van Gaal sigue sin encontrar un equipo que pueda ser competitivo durante noventa minutos.
Héctor Garcí[email protected]
