Messi manda en su templo del fútbol

FC BARCELONA 3-0 LIVERPOOL FC. Semifinales.Ida. Champions League

  03/05/2019

ANÁLISIS TÁCTICO

El emplazamiento inicial de los jugadores de Ernesto Valverde fue 1-4-4-2, con la variante puntual defensiva 1-4-4-1-1, para orientar la evolución rival sobre los carriles exteriores. El entrenador extremeño sorprendió con Arturo Vidal en el carril derecho. Su inicio de presión fue mediante presión alta, fragmentándose en dos dispositivos: el primero con Messi y Suárez, ayudados por Coutinho, Rakitic y Arturo Vidal, que no dudaba a la hora de saltar de línea para fijar a los posibles receptores rivales. Y el segundo, formado por la última línea defensiva y Busquets, para neutralizar, en la medida de lo posible, el previsible juego directo inglés. Cuando Suarez y Messi percibían pocas opciones de éxito, temporizaban y replegaban hasta las inmediaciones del circulo central, con el objetivo de generar espacios aprovechables detrás la última línea defensiva rival. En la zona de creación, los jugadores del F.C Barcelona orientaban las acciones de ataque rival hacia los carriles exteriores. Messi y Suárez se organizaban en líneas distintas y en paralelo, para redirigir el juego de los de Klopp hacia el flanco donde estaba ubicado Arturo Vidal, (1º mitad el derecho, 2º el izquierdo tras la entrada de Semedo). Justó ahí, el chileno era ayudado por el medio centro por dentro y por el lateral a su espalda para intentar robar el balón de manera directa o indirecta. De esta manera y debido a las dificultades que se encontraban, los jugadores del Liverpool se veían obligados a realizar cambios de orientación o jugar con jugadores de líneas anteriores. Hasta la entrada de Semedo, el carril exterior derecho fue la zona de fragilidad defensiva. Esto era debido a la debilidades defensivas de Coutinho en el 1x1 con Robertson o Milner. En zona de finalización su línea defensiva no se desajustó, Piqué destacó por encima de todos en sus constante ayudas defensivas, desdoblamientos simples, y ocupación de espacios de remate potencialmente aprovechables por el rival. Sus compañeros de línea y las anteriores, no dudaban en achicar para reforzar su profundidad defensiva, evitando así que Salah y Mané, encontrasen espacios o situaciones de igualdad dentro del área de Ter Stegen. El cual, volvió a demostrar sus cualidades de reflejos, achique, desvÍo, juego de pié,….para dejar su portería a cero.

En transición defensiva trataban de fragmentarse, su reorganización era en dos dispositivos: el primero, realizaba acoso tras pérdida sobre la zona activa con la intención de robar, no ser superado o dificultar el lanzamiento sobre los descolgados Salah y Mané; el segundo, trababa de fijar a los atacantes y minimizar los espacios intermedios (medio centro) y anteriores ( última línea defensiva). De esta manera, evitaron que el peligroso contraataque rival, consiguiera su objetivo.

En la fase ofensiva realizó un juego combinado poco vistoso pero muy efectivo, alternado el juego directo sobre Messi y Suárez, con el combinativo en campo rival. La primera línea de construcción de juego empleaba la conocida salida Lavolpiana, para desordenar al rival en campo propio. Busquets se incrustaba entre los centrales, Arturo Vidal ocupaba el espacio habilitado por el español a espalda de la primera línea de acoso rival, los laterales en máxima amplitud y saltando de línea y Suárez ganado profundad. El objetivo era atraer al primer dispositivo del Liverpool sobre el eje central y liberar así a los dos laterales para conectar con ellos. En zona de creación fue donde menos reconocible se pudo ver al Barça, las imprecisiones en las entregas, debido a la fuerte presión generada por Kloop, les hizo no encontrar al hombre libre con facilidad. La distancia entre jugadores fue excesiva, con lo cual, el tipo de pases que emplearon fueron de tipo medio y largo. Con el transcurso del encuentro, Messi fue ocupando los espacios interlineales de eje longitudinal del campo, justo la zona donde más desequilibrante es. Conectar con él era el objetivo prioritario en campo rival para desorganizar al rival, y liberar a compañeros ya cerca de la zona de finalización. En zona de finalización, Coutinho volvió a pasar desapercibido, con lo cual, Suárez fue el jugador que mejor interpretó las debilidades del rival hasta la aparición de Messi. El uruguayo puso a disposición del equipo su inteligencia táctica dentro del área rival, para abrir el marcador, aprovechando el espacio libre y los intervalos entre Matic y Van Dijk. Posteriormente, Messi entró en acción sobre su zona, generando el 2-0, partiendo de la misma y rematando en línea de gol tras disparo de Suárez al palo, y cerrando el marcador con un libre directo desde 40 metros por la escuadra de Alisson.

En la transición ofensiva y tras recuperación de balón, no lograron aprovechar los espacios potencialmente aprovechables que el Liverpool generaba en su proceso de reorganización defensiva, hasta la segunda mitad. Tras robar el balón, no lograban conectar con facilidad con Messi o Suárez, encargados de activar la 1º oleada del contraataque. En el último cuarto del encuentro y debido al resultado, los de Klopp se vieron superados tras no realizar un repliegue organizado en los momentos posteriores a los córners a favor,. De esta manera, Messi, Suárez y Dembélé (en los minutos finales) pudieron aumentar con claridad el marcador.

El emplazamiento inicial de los jugadores de Jüngen Klopp fue 1-4-3-3, en fase ofensiva y defensiva. Esta última, y ya en la segunda mitad, tenia la variante 1-4-5-1 tras la entrada de Firmino. En entrenador germano sorprendió con la entrada de Wijnaldum en como media punta en fase ofensiva, como jugador de equilibrio en su planteamiento de juego- Box-to-Box. En inicio de juego rival, la primera línea inglesa estaba formada por Wijnaldum entre centrales, y Mané y Salha en los carriles interiores derecho e izquierdo respectivamente. El objetivo de este primer dispositivo, era impedir al máximo los pases interiores blaugranas, por ello, Fabinho y Keïta (Henderson) les ayudaban para orientarles hacia carriles exteriores u obligarles a jugar en largo. De esta manera, consiguieron que la fluidez ofensiva rival en campo propio, no les superara con facilidad y les desajustase. En zona de creación, y tras orientarles hacia los carriles exteriores, los receptores en posiciones intermedias, eran acosados por el lateral de la zona activa, el cual, saltaba de línea e impedía pases verticales o en profundidad sobre Messi o Suárez. Cuando esto ocurría, el interior del lado opuesto, equilibraba a la ultima línea defensiva, que basculaba hacia la zona activa con un desdoblamiento defensivo compuesto. Cuando el Barça lograba percutir dentro del dispositivo, se producía un desajuste evidente, que fue aprovechado por el rival. Henderson y Fabinho, eran atraídos por Raikic al carril interior izquierdo, Gómez a su vez por Coutinho, generando de esta manera un espacio en el carril exterior que era aprovechado por Jordi Alba para llegar a la siguiente zona con claridad. Esto se evidenció con más claridad, tras la sustitución, por lesión, de Keita por Henderson. En zona de finalización rival su última línea defensiva no se desajustaba en posiciones avanzadas, recuperado el balón en reiteradas veces, cuando su última línea defensiva se posicionaba sobre la línea medular. Sin embargo, se evidenciaron desajuntes cuando esta última línea replegaba demasiado, sintiéndose desajuntada al no fijar a Messi entre líneas (situación previa al 2-0 y 3-0), o Suárez ampliaba sus intervalos, como en el 1-0.

En transición ofensiva no fue el equipo letal que nos tiene acostumbrado, la verticalidad en sus acciones posteriores al robo del balón en las zonas medias del campo no eran lo suficientemente claras, debido a buena coordinación de los dos grupos de jugadores rivales (acoso y repliegue). En el proceso de dispersión ofensiva, destacamos a Mané, el cual, aprovechaba los espacios generados por Sergi Roberto para desmarcarse en profundidad, y llegar al área con opciones de remate.

El juego empleado en fase ofensiva fue combinado, alternando el juego directo en el inicio de juego, con el ataque combinativo a partir de éste. En el inicio de juego, Alisson, identificaba cuándo realizar un primer pase en corto para atraer y fraccionar a las líneas defensivas rivales, y cuándo iniciar directamente en largo sobre Wijnaldum. Sólo iniciaban en corto, cuando percibían que Messi y Suárez replegaban junto a sus compañeros. En zona de creación, Kloop tuvo que variar su juego, al encontrarse un Barça con un claro carácter defensivo y replegado en campo propio. Su primera opción de acciones verticales no llego a ser efectiva, al no poder irrumpir dentro del dispositivo defensivo rival. Optó por percutir por el carril exterior derecho, buscando la debilidad defensiva de Coutino y Sergi Roberto. Milner fue el jugador más destacado en esta zona del campo, cambió su posición tras el cambio de Keita, ocupando el carril interior izquierdo. En zona de finalización, Salah no logró encontrar sus espacios de mayor influencia aclarados (flanco izquierdo rival), impidiéndole ser decisivo en esta zona de juego. En la segunda mitad, envió un balón al palo, sorprendentemente, al tener el tiempo y el espacio para conseguir el gol (su pierna derecha no es tan precisa). Mané fue el jugador más activo y desequilibrante, su movilidad ofensiva partiendo desde el flanco izquierdo propio, generaba incertidumbre a la última línea defensiva rival. Tras la entrada de Firmino, la presencia que durante los anteriores minutos echaron en falta, se solventó, pero no llegaron a conseguir el gol, lo que les hace tener la eliminatoria muy cuesta arriba.

En transición defensiva se reorganizaron de una manera rápida y efectiva tras la pérdida del balón, en líneas generales. Su objetivo era evitar que el poseedor del balón lograra encontrar a Messi en posiciones intermedias. Para ello, las vigilancias y ayudas sobre el jugador más cercano a la zona de pérdida fueron fundamentales. Ya en la segunda mitad y debido al marcador, concedieron contraataques en inferioridad que les pudo costar la eliminatoria.

LAS CLAVES

  • El plan de partido preparado por Ernesto Valverde, el cual, reforzó a su equipo en fase defensiva con la incorporación de Arturo Vidal y en fase ofensiva dando un protagonismo determinante en zona de finalización a Jordi Alba, para desajustar líneas defensivas rivales.
  • Las ayudas defensivas en zona de finalización por parte de los jugadores del F.C. Barcelona. Piqué y Ter Steguen destacaron por encima de los demás. La profundad defensiva sobre balón y espacios en esta última zona de juego, desactivaron las opciones del Liverpool.
  • La aparición de Messi en SU ZONA, donde más influye negativamente en las líneas defensivas rivales. Tras recibir con libertad a la espalda de los medios centros, gira, provocando así desajuntes continuos al atraer defensores y liberar a compañeros.
  • Los amplios registros tácticos que maneja Jürgen Klopp y que se ven reflejados en su juego. Se muestra como un equipo multidisciplinar de alto nivel, que sabe aprovechar sus virtudes y los defectos del rival.
  • La poca presencia en el área de meta por parte del Liverpool. En la zona más determínate del juego, le faltó la movilidad necesaria como para generar los espacios necesarios para que jugadores como Salah o Mané pudieran resolver sus situaciones de ataque con más claridad.

La disposición táctica inicial de los jugadores de Ernesto Valverde fue en 1-4-4-2, en fase ofensiva y con la variante puntual en fase defensiva de 1-4-4-1-1. Esta variante, tenia como objetivo redirigir los ataques rivales sobre el lado fuerte defensivo propio, donde se ubicó Arturo Vidal hasta la entrada de Semedo. Vemos como Messi y Suárez permutaban, formado líneas distintas para cercar al poseedor del balón sobre los carriles interiores o exteriores.

Sergi Roberto en fase defensiva y sobre su carril exterior fue desbordado continuamente por las irrupciones de Mané y Robertson, de esta manera, el Liverpool aprovechó su deficiencia defensiva, para incidir en la última línea blaugrana. Posteriormente, la buena distribución de funciones y espacios dentro del área por parte de los defensores locales, evitaban remates claros de finalización rival. El jugador más cercano, ocupaba el primer espacio de remate a sabiendas de la prioridad rival de realizar centros laterales, los alejados, fijaban a los posibles rematadores.

En fase defensiva y zona de finalización rival, las ayudas defensivas por parte de los componentes de la última línea, fueron fundamentales para dejar la portería de Ter Stegen sin batir. Piqué, interpretó a la perfección las distancias que te otorgan la disposición de ayuda sobre un compañero que puede ser desbordado, y su velocidad defensiva a la hora de ocupar espacios relevantes. Además, Busquets realizaba los desdoblamientos defensivos compuestos necesarios, para equilibrar los movimientos de su compañeros.

En fase ofensiva e inicio de juego el Barça realizaba la conocida salida Lavolpiana, para evolucionar en su juego combinativo. Arturo Vidal ocupaba el espacio que generaba Busquets, al incrustarse entre los centrales. De esta manera, los dos mediocampistas atraían a los defensores de la primera y segunda línea de acoso rival, liberando de esta manera a los dos laterales en los carriles exteriores.

En fase ofensiva y zona de finalización, la movilidad ofensiva para aprovechar los espacios libres, potencialmente ventajosos, de Luis Suárez, desorganizó continuamente a la pareja de centrales rivales formada por Van Dijk y Matic. En el 1-0, realiza un movimiento previo para distanciarse de ellos, para que el central alejado pierda su referencia. Posteriormente, y tras vincularse visualmente con Jordi Alba, irrumpe a través del intervalo para aprovechar el espacio generado sobre la espalda de Matic, y con un toque sutil, batir a Alisson tras centro preciso de Jordi Alba.

En fase de ataque y campo rival, Messi apareció en la zona donde más repercute negativamente sobre las líneas defensivas rivales. Tras recibir con libertad a la espalda de los medios centros, gira, provocando desajuntes continuos al atraer defensores (4) de distintas líneas, con la cautela de evitar ser superados. De esta manera, los jugadores que se encuentran a sus costados, pueden aprovechar los espacios libres para que el argentino, conecte con ellos. Sergi Roberto ve el primer espacio y Suárez el segundo, secuencia anterior al 2-0.

La disposición táctica inicial del Liverpool fue 1-4-3-3 tanto en fase ofensiva como en defensiva. Su ubicación prioritaria fue en bloque medio, con una clara actitud de acoso sobre el poseedor y marcaje zonal. La ubicación y distribución de espacios y vigilancias, debilitaban las posibles combinaciones del rival en su propio campo, y obligaban así a jugar directo a Ter Stegen sobre los jugadores alejados. Justo ahí, desplegaban una de sus mejores virtudes, la defensa del juego directo, con una gran presencia física por parte de los últimos defensores.

En fase defensiva y sobre campo rival, la profundidad defensiva generada por el Liverpool sobre espacios y balón, con orientación hacia los carriles exteriores, dificultaba el juego interior rival. Posteriormente, y tras conseguir su primer objetivo, el lateral del carril activo, "saltaba a presionar " para robar u obligar a jugar hacia atrás. Este movimiento, era equilibrado por su central colíndate y el interior del carril opuesto.

En la fase de transición ofensiva y tras hacerse con el balón en zona de creación, los atacantes Reds intentaban, primeramente, aprovechar los espacios libres que generaba Coutinho con Milner, el cual, intentaba conectar de manera rápida con Mané (el más desequilibrante), tras ganar éste en velocidad a Sergi Roberto, sobre los espacios libres que se habían generado en la fase anterior. La falta de claridad de cara a gol, les penalizó.

En fase defensiva y estando ubicado el dispositivo defensivo del Liverpool en zona de creación, los jugadores de Kloop generaban un espacio libre potencialmente aprovechable (como así fue), por donde el Barça percutía para llegar a la siguiente zona de juego. Al tener la prioridad defensiva de cerrar las líneas de pase interiores, Henderson, Salah y Fabinho se agrupaban demasiado al ser atraídos por Rakitic, abriendo, de esta manera, una puerta por donde el F.C. Barcelona conectaba con Jordi Alba. Además, Gómez era fijado por Coutinho, aclarando aún más el espacio.

ANÁLISIS ESTADÍSTICO

 

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