El Barcelona desplegando su mejor juego hunde al Real Madrid.

FC BARCELONA 5-1 REAL MADRID CF. Liga Santander 2018/19 (Jornada 10)

  08/11/2018

ANÁLISIS TÁCTICO

El emplazamiento inicial de los jugadores de Ernesto Valverde fue 1-4-3-3, pasando a 1-4-4-2 en fase defensiva. El entrenador extremeño, demostró su dominio táctico a la hora de afrontar este tipo de encuentros, exponiendo variantes para resolver, entre otras cosas, la importante baja de Leo Messi. Volvió a confiar en Rafinha para consolidar a su equipo en zona de creación, movilizándole en fase defensiva hacia la línea de creación junto con Coutinho, cuando Arthur saltaba de línea a realizar el primer acoso en campo rival junto a Suárez.

El dispositivo defensivo blaugrana se ubicaba en avanzado, y realizando un marcaje combinado: hombre a hombre los cercanos a la zona activa, y zonal los alejados junto al lateral del lado débil. De esta manera, las opciones del Real Madrid quedaban reducidas a jugar directo durante gran parte del encuentro. La solidez defensiva buscada, poco a poco se fue consolidando, defendiendo de manera ordenada los espacios, y a los principales jugadores rivales. En la zona de creación y durante la primera mitad, Rafinha y Coutinho reforzaban los extremos, evitando de esta manera, que Nacho y Marcelo ganaran profundidad fácilmente. En esta fase, tenemos que destacar los comportamientos tácticos grupales mostrados por los jugadores locales: desdoblamientos defensivos, coberturas cercanas sobre el jugador que acosa, achique de espacios ante pases atrás del rival, y profundidad defensiva sobre espacios. De esta manera, el equilibrio del bloque defensivo evitaba circulaciones de los jugadores del Real Madrid en todo momento. En zona de finalización rival, su última línea defensiva solo se vio desajustada en el primer cuarto de la segunda mitad, donde Lenglet y Piqué, no obtuvieron las ayudas defensivas adecuadas por parte de Rakitic y Busquets, cuando salían a intentar estabilizar los carriles exteriores. Los dos medios centros, no ocupaban las zonas potencialmente peligrosas de remate, aumentando la incertidumbre en las llegada de jugadores de segunda línea del Real Madrid (Marcelo, Isco y Modric).

En transición defensiva, se mostraron como un equipo solidario y ordenado en su reorganización defensiva, tras la pérdida del balón en campo rival. El jugador que perdía el balón, junto al más cercano, realizaba un acoso inmediato sobre el poseedor, siendo ayudado por Busquets y Rakitic, que fijaban a Modric e Isco. Además, evitaban dejar jugadores detrás del balón, y los centrales fijaban a Benzema, para evitar que conectaran sus compañeros con él, tanto en sus desmarques de ruptura como de apoyo. De esta manera, desactivaron cualquier posible contraataque rival.

En fase ofensiva, Valverde agrupaba a los jugadores sobre el eje central para afianzar su juego interior, y liberar de esta manera a Jordi Alba y Sergi Roberto en amplitud, aclarándoles así la profundidad posterior contra el lateral rival. Suárez fijaba a los dos centrales, Coutinho y Rafinha hacían dudar a los laterales, que debían ser ayudados por sus extremos, para no ser superados. A través de estos movimientos, llegó el primer gol de Coutinho.

En el inicio de juego, Ter Stegen no encontró oposición para encontrar al jugador libre cercano, facilitando de esta manera, llegar a campo rival a la primera línea de creación, con el balón controlado.

En zona de creación, generaron superioridades numéricas y posicionales en torno al balón y sobre el eje central. En la segunda mitad, Valverde reaccionó, emplazando a su equipo en 1-4-5-1 para neutralizar la superioridad rival 1-3-4-3.

En zona de finalización, la principal vía de penetración fue el carril exterior derecho, espalda de Nacho, el cual, no era ayudado de manera adecuada por Bale. Alba, Coutinho y Suarez, se mostraron como facilitadores de situaciones individuales y grupales dentro del área de Courtois, poniendo en evidencia a la última línea defensiva blanca durante gran parte del encuentro.

En transición ofensiva, tras la recuperación del balón, en la segunda mitad, buscaban de manera rápida activar la primera oleada del contraataque, aprovechándose de los espacios que generaba el rival al tener solo tres defensas. Ramos, Casemiro y Nacho, se desajustaban, habilitando de esta manera a los atacantes blaugranas en zonas potencialmente aprovechables para conseguir gol. Suárez fue determínate, consiguiendo dos de los tres goles del encuentro en esta fase.

El emplazamiento inicial de los jugadores de Julen Lopetegui fue un 1-4-3-3, pasando a 1-4-1-4-1en fase defensiva. Kroos y Modric, adelantaba o retrasaban su posición junto a Isco y Bale, según su equipo estuviera o no, en posesión del balón. El entrenador vasco, optó por un once inicial sin sorpresas y ya en la segunda mitad y con 2-0, dio entrada a Lucas Vázquez por Varane, pasando a un atrevido 1-3-4-3. Esta variante le dio sus frutos durante el primer cuarto de la segunda mitad. En el inicio de juego del F.C Barcelona, el dispositivo defensivo blanco se mostró con una actitud temporizadora, ubicándose en situación plegada y priorizando defender los espacios, no logrando incomodar de esta manera a la primera línea de construcción de juego rival, durante la primera mitad del encuentro. En el primer cuarto de la segunda mitad y con marcador en contra, Lopetegui ordenó adelantar el dispositivo defensivo a campo rival, con el objetivo de recuperar el balón en posiciones cercanas al área. Esta situación, y con el transcurso de la segunda mitad, les penalizó con tres goles en el encuentro, debido a las distancias entre jugadores de distintas líneas, y a las frágiles vigilancias sobre los jugadores más alejados rivales. En zona de creación, la actitud conservadora de la primera mitad, permitía al poseedor del balón conectar con Jordi Alba en el carril exterior derecho y con Arthur en zonas intermedias. Bale, Casemiro y Modric eran sometidos a situaciones de superioridad posicional, siendo arrastrados hacia zonas interiores por parte de los atacantes blaugranas, y comprometiendo de esta manera a Nacho frente a Jordi Alba. Esto era debido a la distancia sobre el poseedor, al tener tiempo y espacio para poder relacionarse de manera vertical. En zona de finalización rival, su última línea defensiva se vio superada en todo momento. Ramos y Varane replegaban con demasiada facilidad, perdiendo de vista a Suárez y Coutinho. Marcelo y Nacho, se veían continuamente desajustados al tener que afrontar situaciones de 1x1 con espacio a sus espaldas. La movilidad de los atacantes rivales, generaban dudas constantes entre los cuatro defensores, sin ser ayudados para resolverlas por Casemiro, mediante coberturas o desdoblamientos defensivos. De esta manera, Courtois se veía expuesto en todo momento, pudiendo llegar a recoger en balón de la red en alguna ocasión más.

En transición defensiva, su reorganización tras la pérdida del balón en campo rival era fraccionada, y no efectuada de manera efectiva, siendo superados en todo momento, sobretodo durante la segunda mitad del encuentro. Durante la primera parte, intentaban ralentizar las acciones verticales del Barça mediante la ocupación de espacios, y sin realizar acosos sobre el poseedor. Cuando la pérdida era en campo propio, su primera intención era replegar y tapar portería, evitando exponer a Courtois.

En fase ofensiva, no consiguieron asegurar la posesión del balón como medio táctico para defenderse y desajustar al F.C Barcelona. La gestión de la posesión, quedaba en entredicho, al no encontrar a Isco en zonas intermedias. El malagueño, no encontró los espacios idóneos de participación, teniendo que ir entre los centrales en numerosas ocasiones para dar fluidez al juego de su equipo. En el inicio de juego, Courtois se veía obligado a jugar directo, con la incertidumbre que eso les generaba, al no lograr construir situaciones beneficiosas al posible receptor. Éste, tenía que resolver situaciones de inferioridad y acosos férreos, perdiendo la posesión del balón con rapidez. En zona de creación, y durante gran parte del encuentro, Modric y Kroos pasaron desapercibidos, no siendo capaces de nutrir de balones con ventaja a Isco, Bale o Benzema. En la segunda mitad y ya con el cambio táctico de Lopetegui, Lucas Vázquez y Marcelo facilitaban líneas de pase exteriores para aclarar las posteriores situaciones de remate a Benzema. En zona de finalización, solo mostraron peligro en el primer cuarto de la segunda mitad, aumentando su presencia en zonas de remate. Esto fue debido a la superioridad numérica en zona de creación generada, y el posterior avance por los carriles exteriores, para realizar centros laterales a la espalda de los centrales.

En transición ofensiva, no logró activar su primera oleada con Bale, Isco y Benzema. Kroos, y Modric se veían inmediatamente acosados por dos jugadores rivales, impidiéndoles tomar una decisión rápida y adecuada para activar el contraataque. Este impedimento, y los pocos duelos que Bale era capaz de resolver, les restó opciones de llegada al área, facilitando así la recuperación del balón al rival. 

LAS CLAVES

  • La transición defensiva en campo rival y tras pérdida del balón, de los jugadores de Ernesto Valverde. Así, evitaron que el Real Madrid pudiera activar su peligrosa primera oleada del contraataque. Para ello, emplearon eficazmente conceptos tácticos defensivos que afianzaron su objetivo.
  • La verticalidad en las acciones de ataque blaugranas posibilitaron espacios de juego, que aprovecharon sus atacantes para penetrar a la última línea defensiva rival, por el carril lateral izquierdo.
  • La buena lectura de partido de Ernesto Valverde, el cual, organizó a su equipo en la primera mitad para generar superioridad numérica y posicional en zona de creación. Y la rápida reacción en la segunda mitad, para reforzar la línea medular con la entrada de Dembélé y el salto de posición de Sergi Roberto tras la entrada de Semedo.
  • Los cambios tácticos que realizó Lopetegui en la segunda mitad. Su equipo se dispuso en 1-3-4-3, teniendo una mayor presencia en la zona de creación y finalización. Esto fue debido a la ubicación de Lucas Vázquez y Marcelo como carrileros, y un progreso en el despliegue ofensivo en campo rival.
  • La desordenada y conservadora organización defensiva del Real Madrid. El dispositivo defensivo orquestado por el técnico vasco, no mostró una solidez necesaria como para impedir que los jugadores del Barça pudieran superar sus líneas. Esto fue debido a los espacios relevantes que generaba su línea medular, y los espacios de remate que no ocupaban de manera racional.

El emplazamiento inicial de los jugadores de Julen Lopetegui fue en 1-4-1-4-1, desplegándose en 1-4-3-3 en fase ofensiva. En la primera mitad, su posicionamiento defensivo fue en campo propio, con una actitud conservadora, realizando un marcaje zonal y sin acosos efectivos sobre el poseedor del balón. En fase ofensiva, acumulaban demasiados efectivos en campo propio, favoreciendo de esta manera la presión organizada que realizaron los jugadores locales. Marcelo y Nacho no dieron la profundidad necesaria en la primera mitad.

En fase defensiva y zona de creación, el Real Madrid se vio superado, durante gran parte del encuentro, por los centrocampistas rivales. Su línea medular defensiva se fraccionaba, generando de esta manera un intervalo significativo, por donde los centrales rivales encontraban la vía de penetración, para hacer llegar el balón a sus medios centros. Éstos, con espacio y tiempo, perforaban a la última línea defensiva rival por el carril derecho, encontrando a Alba como hombre libre en amplitud a espalda de Nacho.

En fase defensiva y zona de finalización rival, el Real Madrid evidenció problemas a la hora de neutralizar las llegadas al área del F.C Barcelona. El concepto táctico defensivo “superioridad numérica - inferioridad posicional”, se manifestó en numerosas ocasiones. La pasividad mostrada, junto a un erróneo perfil defensivo, les hizo ser un equipo vulnerable en zona de finalización rival.

Ya en la segunda mitad y con la variante táctica propuesta por Lopetegui, el Real Madrid logró someter al F.C Barcelona durante algunos minutos. Kroos, Modric e Isco, mediante sus acciones colectivas, activaron el juego interior de su equipo, siendo ayudados por Marcelo y Lucas Vázquez en amplitud, y ganando profundidad, cuando saltaba de línea uno de los laterales. De esta manera, consiguieron generar incertidumbre sobre el área de meta de Ter Stegen.

El Real Madrid, en la segunda mitad y tras el cambio de sistema (1-3-4-3), cambió su comportamiento en transición defensiva sobre campo rival, y tras la pérdida del balón. Su actitud de acoso era realizada de manera rápida y ordenada, con el principal objetivo de recuperar el balón de manera inmediata cerca del área de meta rival. De esta manera, podían incidir en el desorden defensivo rival que tenía su última línea. El jugador más cercano presionaba al poseedor, los intermedios cerraban líneas de pases cercanas, y el jugador de la zona débil estaba en disposición de anticiparse al posible receptor intermedio.

El emplazamiento ofensivo de Ernesto Valverde fue 1-4-3-3, reestructurándose en 1-4-4-2 en fase defensiva. Su primera línea de acoso era formada por Suárez y Arthur. El brasileño, saltaba de línea, y Rafinha y Coutinho la retrasaban, ubicándose en los extremos de la línea medular. En fase ofensiva, el objetivo era acumular jugadores en el eje central, para liberar a los laterales amplios y facilitarles así su profundidad.

En fase defensiva y zona de inicio rival, el posicionamiento avanzado que planteó el técnico extremeño dificultó las relaciones del rival en campo propio, obligándole a jugar directo y sin precisión. Los jugadores blaugranas, fijaban, tanto a los principales receptores cercanos a Courtois, como a los intermedios. Además, generaban superioridad sobre el receptor lejano, recuperando de esta manera el balón, con rapidez.

En fase de ataque y tras lograr disuadir las intenciones defensivas del Real Madrid, los dos medios centros facilitaban a Jordi Alba los balones necesarios a la espalda de Nacho, para penetrar sobre la última línea defensiva, cuando esta se encontraba adelantada. Rakitic, sin ser acosado, conecta con Alba, que aprovecha el espacio que le generaba Coutinho en su desmarque de apoyo al medio centro. Ya en zona de finalización, Suárez arrastra a su par y aclaraba la zona de remate a Coutinho (1º op) y Rafinha (2º op).

En transición defensiva, campo rival y tras la pérdida del balón, los jugadores de Ernesto Valverde se mostraron como un equipo solidario a la hora de interpretar la recuperación del balón de manera rápida y ordenada. Para ello, conceptos como: superioridad numérica sobre el poseedor (Arthur-Coutinho), fijación de los principales receptores por parte de defensores potenciales propios (Rakitic-Busquets), desdoblamientos defensivos compuestos (Rafinha-S.Roberto), y anticipaciones sobre los alejados, les hacían ser eficaces en su objetivos.

Valverde, reaccionó con rapidez para neutralizar la superioridad del Real Madrid en zona de creación, generando una línea medular de cinco jugadores. Dembélé y Sergi Roberto, aprovecharon los espacios generados en campo rival y en situaciones de igualdad numérica e inferioridad posicional, para facilitar balones a Luis Suárez en zonas de remate. El Uruguayo, fue el jugador más decisivo del encuentro con tres goles.

 

ANÁLISIS ESTADÍSTICO

 

 

 

 

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