Leyendas del Fútbol

JUST FONTAINE: El delantero de los 13 goles en un Mundial.

Pasan los Mundiales y los jugadores, pero ninguno es capaz de superar el récord del francés en el Mundial de 1958, con 13 goles. Nacido en Marruecos, entonces protectorado francés, Fontaine firmó cifras de otra época, cercanas a la que en la actualidad tienen jugadores como Leo Messi o Cristiano Ronaldo. Así fue la historia del gran Just Fontaine.

  18/07/2016

Redacción: Héctor García

Just Fontaine vivió la derrota de Francia en la final de la Eurocopa en su humilde casa de Toulouse. Allí decidió instalarse junto a su mujer después de su breve paso como entrenador: dos partidos como seleccionador de Francia y un tercer puesto en la Copa África de 1980 con Marruecos. No hubo más Fontaine en los banquillos. No era su sitio, como tampoco estar en los medios de comunicación. El mítico delantero francés prefiere vivir lejos de los focos, sin aparecer en los grandes actos aunque haya sido elegido uno de los mejores jugadores galos de la historia. Solo apareció tras el desastroso papel de Francia en el Mundial de 2010 para criticar duramente el comportamiento de los jugadores, especialmente de los delanteros. Y es que si algo le duelen a Fontaine son los delanteros.

Él fue un obrero del gol, un futbolista al que se le caían los tantos de los bolsillos. Un adelantado a su época, con números cercanos a jugadores como Leo Messi o Cristiano Ronaldo, quienes han roto todos los registros. La prueba es que ostenta un récord que difícilmente será superado en la historia. Es el hombre de los 13 goles en el Mundial de Suecia de 1958. Los hizo en tan solo seis partidos.

Un campeonato que estuvo muy cerca de no jugarlo. "En 1958, me habían operado del menisco el 7 de diciembre, y el 15 de febrero volví a jugar. Hice todo lo necesario para recuperarme, y de repente, en junio, caminaba sobre el agua. Igual que Jesús...". Así habla el mítico jugador galo sobre su papel en Suecia, donde encontró un socio único: "Napoleón", Raymond Kopa. Compartíamos habitación, si bien teníamos horarios muy diferentes. Él se acostaba tarde, como los españoles, y yo madrugaba. Pero sobre la cancha, fue un flechazo inmediato. No tardé en comprender que tenía que esperar a que terminara de regatear para pedirle el balón. Nos entendimos enseguida". Así se explican los cuatro goles contra Alemania, los tres frente a Paraguay y los dobletes ante Yugoslavia e Irlanda del Norte

LA SEMIFINAL CONTRA BRASIL

Fontaine mantiene intactos todos los recuerdos de ese campeonato. Los contó todos en una entrevista con la FIFA antes del Mundial de Brasil de 2014. También cómo fue la derrota ante Brasil en semifinales: "Pusimos a André Lerond, un zurdo, a marcar a Garrincha pensando que podría bloquearle el flanco exterior. ¡Qué va! Garrincha lo intentó tres veces por el interior, y dio el pase decisivo a Vava, que anotó". Fontaine igualó en el minuto ocho y ahí, ¡cataplum!. "Tres minutos después, Robert Jonquet se rompió el peroné. Intentó permanecer sobre el césped, pero imagínese, con una fractura… Es que en aquella época, las sustituciones estaban prohibidas. Jugamos con diez. Terminamos 5-2, igual que Suecia en la final, salvo que en nuestro caso con un jugador menos", detalló apretando la mandíbula, como si el encuentro se hubiese disputado el día anterior. "De todos modos, cuando lo piensas, si ‘Bobby’ no se hubiese roto esa endemoniada pierna …".

El Mundial de Fontaine coincidió con la irrupción de un chico brasileño de apenas 17 años destinado a gobernar el fútbol: Pelé. "Cuando lo veías jugar en 1958, decías inmediatamente: 'ese de ahí es un fuera de serie'. Tenía 17 años y medio, ¡uf!... Le vi hacer una acción magistral en la final. Recibió un pase potente, hizo un control orientado, picando el balón, que paso por encima de su defensa, remató de volea y la pelota se estrelló contra el larguero. Me quedé con el gesto. En 1960, contra el Saint-Etienne, me encontré en la misma situación, intenté la jugada y el cuero acabó en la escuadra".1958, un año que nunca olvidará. “Marqué 34 goles en 26 partidos de liga, 10 en la Copa, hicimos doblete, y 13 en la copa Mundial. Además empecé a anotar en la Copa de Campeones, en la que terminé como máximo artillero con 10 tantos. Y bien, ¿qué más?”.

DE MARRUECOS A NIZA

La historia de Just Fontaine empieza como las de muchos jugadores franceses de la época, lejos de Francia. Nació en Marrakech, entonces protectorado galo, el 18 de Agosto de 1933. Los comienzos de su carrera futbolística se producen en Casablanca, donde jugó tres temporadas entre los años 1950 a 1953: 48 partidos para anotar 62 goles. Estos números hicieron que diera el salto a la liga francesa, y fue el Niza el que apostó por el jugador norte-africano. De nuevo tres temporadas y otra vez números increíbles: 69 partidos para anotar 43 goles, ya en una liga de primer orden.

"Me uní a Niza gracias a Mario Zatelli. Vino a verme mientras yo estaba en Casablanca y que jugó un gran partido, anotando dos goles. Le dijo a mi club de inmediato que él quería firmar. Me eventualmente se unió a Niza un año más tarde”, contó el delantero galo en una entrevista para celebrar los cien años del club. Fontaine no tuvo que esperar mucho tiempo para disfrutar de un éxito tras su llegada a Europa, ganando la Copa de Francia al Olympique de Marsella. Una historia que aún hoy perdura en el recuerdos de todos los aficionados del modesto club galo.

En el año 1956 dio el salto al Stade de Reims, donde coincidiría con Raymond Kopa, allí permanecería seis años con unos datos espectaculares de 131 partidos para 122 goles, y allí viviría la experiencia que le daría fama mundial y para la historia, ya que en el año 1958 fue seleccionado para representar al combinado Francés para el mundial de Suecia.

SU MUNDIAL

Desde el principio Suecia 1958 fue su Mundial. El día 8 de junio Francia debutó en Norrköping ante Paraguay, y el partido no pudo ser mejor para Fontaine, anotó tres goles para contribuir de manera importantísima en la amplia goleada por 7-3 que consiguió el combinado galo. Tres goles, los mismos que consiguió años antes en su debut con los bleus. El siguiente partido del grupo les iba a enfrentar con el equipo que les iba a disputar el primer puesto del grupo, Yugoslavia, en un partido bastante loco, los balcánicos consiguieron llevarse la victoria en los últimos minutos, al superar los dos goles anotados por Fontaine, que consiguió empatar el encuentro en el minuto 85, para ver como tres minutos después se volvía a encajar el definitivo 3-2. Así se llegó al último partido de la fase de grupos que les enfrentaba al combinado escocés. Francia ganó 2-1 con un nuevo gol de Fontaine y conquistó el primer puesto del grupo, lo que le llevaría a enfrentarse en cuartos de final contra Irlanda del Norte, ya en la fase de eliminatoria directa.

Just Fontaine volvía a Norrköping (el campo de los tres goles ante Paraguay) para enfrentarse a Irlanda del Norte, equipo que había eliminado a Argentina y Checoslovaquia en la fase previa, quedando por detrás de Alemania Occidental en su grupo. El partido fue espectacular por parte de los franceses que masacraron a los norirlandeses por un contundente 4-0 con dos nuevos goles de Fontaine. Francia pasaba a semifinales y allí se encontraría con el Brasil de un jovencísimo jugador que empezaba un romance con la Copa del Mundo: Pele.

El 24 de Junio de 1958 en el Rasunda Stadium de Solna saltaron al campo los dos equipos, Brasil no había encajado ningún gol en toda la competición. Rápidamente Vava adelantó a los cariocas(minuto 2), pero el destino quiso, tal vez sabiendo la importancia que el personaje iba a  seguir teniendo 56 años después, que Fontaine fuera el primer jugador en perforar la red brasileña. Fue solo un guiño del destino, ya que Brasil venció claramente por 5-2 pasando a la final, dejando para los franceses la consolación de la disputa del tercer puesto contra Alemania Occidental. Y este partido iba a tener una importancia enorme para la carrera de Just Fontaine.

Así cuatro días después, el 28 de Junio en el estadio Ullevi de Gotemburgo, Francia disputo el partido por el tercer puesto. La exhibición que dio Just Fontaine ha pasado a los anales de la historia, anotó cuatro goles, para que en un espectacular partido Francia consiguiera la victoria por 6-3 y alcanzara el tercer puesto de la competición. El astro pudo seguir deslumbrando durante mucho tiempo más, pero el 20 de mayo de 1960, todo se paró a causa de una doble fractura de la pierna izquierda contra el Sochaux. Colonna, con su inimitable acento corso y la voz temblorosa apuntó: "Yo estaba al otro extremo del campo, en la portería. Todavía tengo en la cabeza el ruido de la rotura. Fue terrible".

EL CHISTE DE LA MOMIA

Gran conversador, Fontaine mantiene un punto divertido sobre ese récord en Suecia 1958. En una entrevista con Four Four Two, respondió a los periodistas con un chiste sobre si cree que alguien conseguirá llegar a los 13 goles en un Mundial. "Dos egiptólogos encuentran una momia intacta. La observan y se dan cuenta de que se mueve bajo las vendas. Se apresuran a liberarla y cuando finalmente puede hablar, pregunta: 'Perdón, ¿Just Fontaine aún ostenta el récord de goles marcados?'". Y dirigiéndose a su amigo del alma Colonna, concluyó: "No sé si se superará, no soy adivino. Pero en fin, si lo puedo conservar…”

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