El maestro ARRIGO SACCHI.

20/11/2014

Repasamos la carrera del mítico entrenador italiano reproduciendo parte de la entrevista que le hicimos en Fútbol Táctico Magazine. Sacchi lo ganó todo con el AC Milan, un equipo que está entre los más grandes de la historia del fútbol. Así es su visión del fútbol.

FICHA:

• Arrigo Sacchi (1 de abril de 1964, Fusignano, Italia)

EQUIPOS: 

• Rimini, Parma, AC Milán, Selección italiana, Atlético de Madrid (España)-

PALMARÉS:

• Campeón de la Liga italiana (1988)
• Campeón de la Supercopa italiana (1988)
• Campeón de la Copa de Europa (1989 y 1990)
• Campeón de la Intercontinental (1989 y 1990)
• Campeón de la Supercopa de Europa (1989 y 1990)

Defensa, sin una carrera como profesional y un auténtico desconocido. Arrigo Sacchi rompió con todos los estereotipos, esos  que decían que para ser entrenador de éxito antes tenías que haber sido futbolista profesional. Su último equipo fue el Bellaria en 1977, para comenzar dos años después su carrera como entrenador. A Arrigo Sacchi no le regalaron nada, todo se lo ganó solo, empezando desde la base. Su primer banquillo fue el de las categorías inferiores del Cesena, donde estuvo cinco años. ?De los más felices de mi vida?, me comentó en la entrevista que tuve con él hace dos años en Florencia, desde donde se encargaba de vigilar el crecimiento de las categorías inferiores del fútbol italiano. En 1982 pasó al Rimini, para un año después hacerse cargo del equipo juvenil de la Fiorentina. No obstante, su estancia en una de las ciudades más bellas del mundo solo duró un año, para volver a Rimini.

Sus éxitos no pasaron inadvertidos para un desconocido Parma, que en 1985 consiguió subir a la Serie B italiana gracias al trabajo de Arrigo Sacchi, un puro estratega y un tipo seguro de sí mismo, tanto que no lo dudó un instante cuando Berlusconi le llamó para hacerse cargo del Milan, un equipo alejado del brillo de sus mejores años. Sacchi no tardó en volver a recuperar la grandeza de los ?rossoneri?, ganándolo todo y, casi mejor aún, construyendo un equipo mítico. Muchos ponen a su Milan a la altura del Brasil del 70?, el Real Madrid de Di Stéfano o el Barcelona de Pep Guardiola. Ese Milan era una máquina perfecta, engrasada gracias a un trabajo de relojero en el campo de entrenamiento. Te contamos cómo era ese Milán de Sacchi a través de su principal protagonista.

Su idea de juego

?El fútbol lo puedes hacer bien o lo puedes hacer mal, pero el futuro del fútbol es el ?fútbol total?: tener once jugadores que se muevan en el campo como si fueran uno solo. Aquí en Italia se piensa que es un jugador el que hace grande a un equipo. Sin embargo, se debe partir del juego, lo principal es el equipo y de ahí se llega al jugador. No ha sucedido nunca lo contrario en ninguna otra actividad. Sería como si en una película no hubiese argumento y todo dependiera de la calidad del actor para que saliera una buena película. El fútbol es lo mismo. Recuerdo que una vez para provocar dije que Angelo Colombo había ganado más en tres años en el Milan que Maradona en seis en el Nápoles. No olvidemos que Colombo era un jugador que había descendido a Segunda y nosotros lo compramos para el Milan. ¿Cuál era el objetivo de aquello? Demostrar que  el colectivo es mejor que el singular, el fútbol es un deporte de equipo con momentos individuales, pero en Italia se cree que los momentos decisivos son los individuales?

¿Cómo se formó ese Milan casi imbatible?

?Emilio Butragueño me decía siempre que estaba enfadado conmigo porque ese Milan evitó que el Madrid de la ?Quinta del Buitre? ganara la Copa de Europa. Ese Milan fue el resultado de una serie de circunstancias positivas: un club que llevaba 20 años sin ganar la Copa de Europa y la entrada de un presidente nuevo. Berlusconi tenía una gran ambición, pero no sólo eso. Él quería que su equipo ganara jugando bien, algo bastante difícil de ver. Él siempre decía:?hay que ganar y convencer??

Lo mejor de ese Milan?

?Mark Hughes me preguntó un día que cómo podía haber surgido un equipo como el nuestro en Italia. Le comenté que porque existían los presupuestos y las ideas. La idea es lo importante y también saber llevarla a cabo a través de la didáctica. Sigo pensando que la inteligencia es lo más importante, porque el juego lo tenía yo en la cabeza. Yo me consideraba el director y autor del equipo, porque decidía que ejercicio se hacía mal o bien, si algo se tenía que hacer un segundo antes o después, pensar pasar la bola atrás cuando es mejor mantenerla, mantenerla cuando es mejor pasar adelante? Todo esto hace que una decisión sea buena, buenísima o pésima. Muchos entrenadores (Rafa Benítez, Gérard Houllier, entre otros) venían a ver mis entrenamientos. Berlusconi recuerdo que no le gustaba, pero yo siempre le decía lo mismo: ?ellos pueden copiar el ejercicio, pero la sensibilidad es mía??. En definitiva, un equipo con funcionamientos tácticos que apenas se habían visto antes. Una máquina perfecta que arrollaba a sus rivales, como al Real Madrid en las semfinales de la Copa de Europa de 1989.

Relación con Berlusconi

?Berlusconi, además de lo mencionado antes, también tenía otra gran virtud: paciencia. Empezamos muy mal nuestro camino, cayendo eliminados en la Copa de la UEFA. En diciembre, si no recuerdo mal, íbamos decimonovenos en el campeonato liguero y en la Copa de Italia también fuimos eliminados. Pero después conseguimos hacerlo muy bien. ¿Por qué? Porque teníamos el respaldo de una gran sociedad, paciente, competente y que nunca te quitaba la autoridad. Teníamos un proyecto, una base, el ?dominus? (maestro) era el proyecto técnico y fuimos a buscar los jugadores adecuados para ese proyecto. Algunos era muy buenos y otros no tanto, pero para mí era los mejores del mundo y nuestro estilo les hizo mejorar. Trabajamos muchísimo, creíamos en el trabajo que hacíamos, con una gran profesionalidad. Yo siempre he pensado que el fútbol nace de la mente y no de los pies, así que era lo primero que miraba en una persona. Ese equipo ganó durante cuatro años y luego estuvo cinco más de la mano de Fabio Capello?

Baresi, Marco Van Basten?

"Eran jugadores fantásticos. Para mí eran los mejores del mundo, pero no sólo esos que mencionas. También Colombo, Costacurta, Tassotti? Van Basten era la guinda al pastel, los otros formaban la tarta. Gullit daba carácter al equipo, como Baresi. Éramos con una armada: siempre con movimientos en bloque, una ola que se echaba encima del rival. Cuando teníamos el balón también teníamos muchas soluciones, gracias a jugadores muy creativos en esa parte del campo. Pero la base era el trabajo. Recuerdo que Houllier, tras estar doce días en Milanello, me dijo que no se creía que pudiéramos trabajar tanto. Los jugadores llegaban una hora y media antes del entrenamiento y después se quedaban haciendo más ejercicios para mejorar. Todo eso nos permitía jugar a un ritmo muy alto. Sin duda que éramos un grupo fantástico?

Carlo Ancelotti

?Ancelotti es el entrenador ideal para el Real Madrid por su carácter y por su gusto por el buen fútbol". De su etapa como jugador destacaría su gran capacidad táctica en el centro del campo y generosidad con sus compañeros?.

Su paso por la Selección

Tras ganarlo todo con el AC Milán, Arrigo Sacchi se hizo cargo en 1991 de la selección italiana, un equipo con el que rozó la gloria en el Mundial de Estados Unidos. Un penalti fallado por Roberto Baggio en la tanda de penaltis le dio el triunfo a Brasil. ?No creo que fuera por ese penalti. Ganó el equipo que más se lo merecía. Mi modo de pensar me hace no sólo pararme a pensar en el primer puesto, también es válido ser segundo, tercero o cuarto. Ser segundos del mundo es un logro que se lo deseo a cualquiera en su actividad, para mí fue una satisfacción. Yo lo enfoco de un modo distinto: en Estados Unidos llegamos más lejos de nuestras posibilidades, ya que teníamos un equipo que jugaba en velocidad y la mayoría de los partidos fueron a más de 40 grados con un 80% de humedad. Llegamos exhaustos a la final?.

Su visión de la crisis del fútbol italiano

?En Italia una victoria sin mérito es una victoria. Si tú miras en España u otros países, ganar así no gusta. Aquí si ganas un partido en el minuto 91, con un gol en propia meta del rival, todos se abrazan. Es evidente que la ignorancia y la incapacidad de reconocer tu mal juego no te ayuda a avanzar. El juego ilumina a un jugador, es lo que hacer que un buen jugador se convierta en un óptimo jugador y un óptimo jugador en un campeón. Costacurta me dijo un día: ?míster, en Europa y en el mundo han aprendido todo de nosotros, únicamente en Italia no nos han seguido?. Aquí dicen que es porque gastamos menos, algo que no es cierto. La única verdad es que no hemos evolucionado en nuestro fútbol. Tenemos tanto que aprender, pero tan pocas ganas de hacerlo??

Si alguien quiere ver por primera vez (o recordar) cómo era el Milan de Sacchi, a continuación le dejó entero uno de sus mejores partidos, el 5-0 ante el Real Madrid en las semifinales de la Copa de Europa de 1989

Héctor Garcí[email protected]