Los cuatro mejores equipos del viejo continente se citaban en Lisboa para alzarse con el título europeo más prestigioso.
El FC Barcelona FS quería revalidar la UEFA Futsal Cup, y estuvo a punto de conseguirlo, pero en su camino se topó el Kairat Almaty para obstaculizarle el objetivo en la finalísima. Los anfitriones del Sporting Club de Portugal, rascaron el tercer puesto frente al ISK Dina de Moscú en un Meo Arena enfervorecido.