Jos� Escrich.

Editorial de la Edición  78

- José Escrich. / Entrenador Nacional de Fútbol Sala Nivel 3 (RFEF). Entrenador del Levante U.D. - C.D. Dominicos.

La imaginación del Entrenador.

No cabe duda que nosotros los entrenadores debemos estar siempre pensando en el equipo y nunca sabemos cuándo nos asalta una idea para un ejercicio o para una jugada, etc.

Conozco a más de un entrenador que va siempre con un papel o una libreta y así están preparados para anotar esa idea. Es curioso que ya son varios los que me han contado esta situación y si lo pensamos bien no es algo descabellado. A mí personalmente sí que me ha pasado el tener una idea para un ejercicio y cuando me siento para preparar la sesión y quiero echar mano de esa idea ya se me ha esfumado y la verdad es que da rabia. Por eso cada vez veo mejor este recurso y no descarto apuntarme al club del cuaderno. Las ideas son esporádicas e intermitentes y aparecen cuando menos te lo esperas. Parecen traicioneras porque siempre llegan en el momento más inoportuno pero debemos estar preparados para como buen cazador atraparlas y hacerlas valer porque a buen seguro que muchas nos serán muy útiles. Toda esta reflexión viene porque el otro día vi, como muchos tantos más, el video de la famosa jugada de falta que realiza un equipo argentino y que a buen seguro tiene más repercusión porque la finalización termina en gol.

Cuando realizamos una jugada de estrategia todo entrenador tiene bien estructurado los tiempos de la jugada y los posicionamientos de los jugadores tanto ofensivamente como defensivamente y en esta jugada en concreto la situación defensiva o balance defensivo es algo arriesgado. Un primer pero a la jugada podría ser ese, que en el rechace de la jugada sean ellos los que nos metan el gol con dos jugadores en el suelo eliminados de cualquier ayuda defensiva. Una vez nos ponemos a analizar la jugada más detenidamente vemos que gran parte del éxito de esta jugada creo que está en el mal posicionamiento defensivo con el que el equipo defensor actúa.

En principio una barrera de dos jugadores cuando el balón está muy cerca del área. De todas formas esto es una decisión que compete a su entrenador y es una situación arriesgada. Opta por poner como tercer hombre de la barrera al portero. Estaremos más o menos de acuerdo, pero no cabe duda que es una decisión valiente y arriesgada. Una vez decide que el portero es el tercer hombre es cuando se produce el choque y caen los dos jugadores. No sé si debido a esto el portero se distrae y cuando llega el tiro directo se medio gira pareciendo que no vale el tiro.
Si por la maniobra de distracción de esos dos jugadores es la causa de que el portero no actúe es cuando podemos decir que la jugada ha tenido su éxito. Otra cosa es que el portero no haga algo más y no sea culpa de esa distracción.

Está claro que algunos entrenadores no verán bien este tipo de jugadas, pero seguro que hay alguno que si la aprueba e incluso esté pensando en llevarla a cabo. Otros también pueden quedarse con la idea y con unas pequeñas modificaciones hacerla suya y darle su toque personal. A estos últimos decirles que si les vienen esas ideas viendo la jugada que nos cojan con papel y lápiz para poder anotarlas y que no se nos escapen. Lo que está claro es que para el espectador todo lo que sea cosas diferentes y distintas de lo habitual gusta, de ahí la cantidad de visitas que ha tenido la jugada. De haber sido una falta más no habría tenido repercusión ninguna y esto de una forma u otra, seguro que vale para enganchar a algún aficionado más. Los entrenadores somos los encargados de cambiar las cosas y atrevernos a realizar cosas diferentes a las de siempre. Está claro que es difícil pero en nuestra mano está salirnos de lop normal y no hacer lo que hacen los demás. Difícil papeleta pero buena recompensa para el que la realice.

No veo a ningún grande hacer este tipo de jugadas pero seguro que en toda la geografía española hay siempre un equipo y un entrenador valiente dispuesto a ser el abanderado de nuestro deporte en aportar ideas nuevas. ¡Animo!