Eslovenia suele emplear un 1-3-1 referencial durante ataques posicionales y uno de los roles clave recae en Osredkar. La mayor parte de los ataques posicionales se desarrollan por bandas gracias a las conexiones entre los aleros (dos goles en los últimos partidos fueron anotados luego de ataques posicionales por bandas).
El equipo es capaz de avanzar verticalmente dándole pases al pivot para que luego redirija el juego a las bandas. Los jugadores pueden desarrollar ataques a través de juego combinativo, usando para eso desmarques en apoyo y creando espacios libres entre ellos.