El contenido que desarrollaremos en la sesión que hoy nos ocupa será el impulso lateral, es decir, la acción por la cual el portero aplica fuerza contra el suelo para saltar lateralmente con el objetivo de intervenir sobre el balón.

En edades tempranas este tipo de trabajo se nos antoja de capital importancia ya que suele existir una evidente descompensación en la prestación del joven guardameta en función del lado sobre el que tenga que intervenir. La conciencia del portero de la existencia de un lado menos hábil puede desembocar en la reticencia a lanzarse hacia dicho lado, tratando de compensar esta situación de varias maneras:

1. Con una colocación inadecuada, dejando menos ángulo por el lado menos hábil.
2. Incrementar la longitud del desplazamiento para minimizar la necesidad de impulsar hacia un lado y poder intervenir sobre el balón casi sin lanzarse.
3. Anticipar el movimiento hacia el lado menos hábil.