Editorial de la Edición  52

- Hector García Salido / Redactor del diario Qué!

¿Límites para los jugadores… y para los que manejan el ‘cotarro’?

Agüero finalmente salió del Atlético de Madrid. El futbolista argentino anunció el pasado mes de mayo su deseo irrefrenable de salir del Calderón. Movido como un títere por sus agentes, Agüero dio un paso atrevido. Su idea era salir rumbo al Real Madrid. Por razones que se desconocen (el interés del equipo blanco por el argentino fue claro desde comienzos de año), Agüero no ha acabado vestido de blanco y sí de celeste, los colores del City. Sin embargo, Manchester parece poco propicia para un jugador del carácter del ‘Kun’. Mucha lluvia y poca ‘cumbia’. Tévez, la gran estrella ‘citizen’, está como loco por salir de allí. No obstante, el gris plomizo de Manchester no podrá eclipsar la magia de uno de los mejores delanteros del momento.

La rebeldía de Agüero lleva a reflexionar si los jugadores tendrían que tener límites a la hora de manejar su presente y su futuro. Dos agente de jugadores me comentaron una vez que “los jugadores siempre acaban donde quieren… Y si no lo hacen, el club acabará pagando las consecuencias. Por eso, lo mejor es acabar cediendo, ya que al club no le interesa tener un jugador cobrando una ficha (Agüero llegaba hasta los siete millones de euros) y que esté todos los domingos en la grada”. De este modo, los clubes se encuentran maniatados y sin recursos para poder afrontar este tipo de situaciones, graves en el caso del Atlético de Madrid, ya que en los planes rojiblancos no pasaba por reforzar la delantera. Ahora tendrán que encontrar a algún jugador lo más parecido al ‘Kun’ por un precio más alto de lo que marca el mercado, ya que todos los equipos saben que el Atlético tiene 45 millones en las arcas.

Pero el caso de Agüero no es el único de este verano. El Real Madrid lo ha vivido en su doble vertiente. Por un lado, Coentrao se negó a realizar el ‘stage’ de pretemporada con el Benfica para forzar su salida al Madrid. Lass, por otro, dijo no a viajar con el equipo blanco durante la pretemporada para forzar su salida a la Premier. El fútbol es de los jugadores, pero éstos (y no quiero caer en demagogias) deberían mirar más por los sentimientos de los aficionados y menos por el color de los billetes. Sobre todo en épocas como la que atravesamos.

Rebeldías veraniegas al margen, la temporada está ante el pistoletazo de salida. Nada ha cambiado. Real Madrid y Barcelona se han reforzado con todo para afrontar una temporada en la que el objetivo es el ‘triplete’. Por la Champions parece que lucharán el Valencia del siempre cuestionado Emery, el renovado Sevilla de Marcelino, el Atlético de Madrid (si es capaz de encontrar un media punta y un delantero) y el Villarreal. El ‘Submarino’ ha perdido (o ganado 22 millones) a Cazorla, pero la idea permanece. La sorpresa puede ser el Málaga de Pellegrini, con mucho dinero y mucho talento para llegar a Europa. El otro nombre que se puede colar en esta lista es el Athletic. A la Liga ha llegado Marcelo Bielsa. El técnico ya tuvo un breve y casi anodino paso por España con el Espanyol Tengo ganas de ver si el pausado y estudioso mensaje de Bielsa cala en el bravo juego del Athletic. Si la conjunción sale bien, en San Mamés se puede disfrutar de un gran fútbol. Y ahí se parte la Liga. Espanyol, Getafe, Levante, Granada, Rayo Vallecano, Zaragoza, Real Sociedad, Mallorca, Osasuna y Betis pelearán por permanecer en una Liga que ahora también abre sus puertas al mercado asiático.

Esto ha llevado a que el Rayo Vallecano-Mallorca de la primera jornada se juegue el 21 de agosto a las 12 horas en Madrid. Condiciones pocas propicias para jugar al fútbol. Sin olvidar la atomización de cada jornada, con partidos cada hora y los domingos y lunes a las 22 horas. Si como mencione antes los jugadores tenían que tener un límite, los que organizan el ‘cotarro’ (la LFP) también deberían pensar más en la afición.