Champions League

Bayern de Múnich-Manchester United, la final más increíble de la Champions League.

Los alemanes ya tocaban la Copa de Europa con las manos, pero todo desapareció con dos goles del United en los últimos tres minutos, con los goles de Sheringham y Solskjær.

  30/10/2014

Los que aparecen en la foto son Peter Schmeichel, portero del Manchester United, y Carsten Jancker, delantero del Bayern de Múnich. Una instantánea que resume a la perfección lo que ocurrió sobre el césped del Camp Nou en la final de la Champions League del 26 mayo de 1999. Fueron tres minutos de locura para el Manchester United, sin duda los más bellos de su historia. Tres minutos en los que el Bayern de Múnich pasó del cielo al infierno. El golpe fue tan duro que hasta los jugadores del United, en pleno éxtasis, se solidarizaron con el dolor de sus rivales. Así ocurrió con Schmeichel, quien cruzó todo el campo tras el pitido final para levantar uno a uno de los derrumbados jugadores del Bayern. Años después, esa victoria o derrota, depende desde del lado que se mire, sigue siendo una de la más increíbles en la historia de la Champions League. El triunfo del Manchester United en los tres últimos minutos cambió la perspectiva del fútbol. A partir de entonces, los partidos duraban desde el pitido inicial hasta el final. Una crueldad que también experimentó el Atlético de Madrid en la pasada final de Lisboa, donde un gol de Sergio Ramos les mandó a la prórroga, y a la posterior derrota, en el minuto 93.

"Fue uno de los mejores momentos de mi vida"

El propio Peter Schmeichel sigue visualizando esa final como si la estuviera viviendo en cada momento. Hace poco le preguntaron de nuevo por ella. Y su conclusión es clara: “No me sorprendió. Durante esa temporada habíamos ganado muchos partidos en los minutos finales y en Barcelona lo volvimos a hacer. Fue uno de los mejores momentos de mi vida”. Una opinión que comparte el propio Sir Alex Ferguson, un técnico que esa noche acertó con los dos cambios que hizo: Teddy Sheringham entró por Jesper Blomqvist en el minuto 67 y Ole Gunnar Solskjær en el 81 por Cole. Ambos marcaron los dos goles de la victoria, siendo el último para el noruego. “Para ganar esa final aposté todo lo que tenía con los cambios. Ganamos en los tres últimos minutos: creo que no se podía haber hecho de una manera mejor. Pero no creo que fuera un accidente del Bayern de Múnich. Durante ese año nosotros habíamos ganando muchas veces así, mis jugadores eran fantásticos, tenían un deseo de ganar increíble y gran carácter”, comenta el ex técnico del Manchester United.

Se habían visto las caras en la fase de grupos

Bayern de Múnich y Manchester United ya se habían cruzado en esa edición de la Champions League en la fase de grupos. Ambos partidos acabaron con empate: 2-2 en el Olímpico de Múnich y 1-1 en Old Trafford. Su camino hasta la final fue muy distinto para ambos. El United fue por el lado complicado del cuadro, superando a Inter en cuartos (un global de 3-1) y a la Juventus en las semifinales, en un partido de vuelta en Italia increíble, que hace referencia a lo que comentaba Sir Alex Ferguson una líneas más arriba. Aquel United nunca se rendía. Tras el empate a uno en Old Trafford, la Juventus comenzó el partido de vuelta arrasando al United, con dos goles de Inzaghi en los primeros diez minutos. Sin embargo, todo cambió con un gol de cabeza de Keane en el minuto 24. Un tanto que levantó a los ingleses, quienes acabarían ganando el partido 2-3 con los tantos de Yorke y de Cole en el minuto 85. 31 años después, el United volvía a jugar una final de la Champions. Mucho más fácil lo tuvo el Bayern, que eliminó en cuartos al Kaiserslautern por un global de 6-0 y en semifinales al sorprendente Dinamo de Kiev de Shevchencko tras ganar 1-0 en el Olímpico.

La final

El duelo en el Camp Nou era la cita entre los dos equipos más grandes del continente. El Manchester United soñaba con el triplete tras haber ganando la Premier League y al FA Cup. Un reto que hasta esa fecha el club nunca había conseguido. Era el United de los ‘Fergie Boys’, con David Beckham, Gary Neville, Nicky Butt, Denis Irwin y Ryan Giggs. Un equipo de cantera fortalecido por jugadores como el holandés Stam y la dupla atacante Yorke y Cole. Al otro lado se encontraba casi la selección alemana: el Bayern solo tenía un jugador extranjero en el once, el ghanés Samuel Kuffour. Se esperaba una final de ritmo alto, pero todos los pronósticos saltaron por los aires con el gol de Mario Basler en el minuto cinco de partido.

"Logramos sacar lo positivo de esa experiencia"

A partir de ahí el Bayern de Múnich cambió su estilo, apostando por un juego más conservador. Los minutos pasaron sin grandes ocasiones para el Manchester United, incapaz de superar el medio del campo alemán, con Stefan Effenberg y Jens Jeremies en el centro. No ocurrió casi nada hasta esos últimos minutos mágicos. Dos ataques que acabaron en sendos saques de esquina. Al primero, en el minuto 91, subió Schmeichel, quien llegó a rozar con la cabeza el balón. La jugada se convirtió después en una sucesiva cadena de errores: mal disparo de Yorke, peor despeje del Bayern, golpeo con la derecha de Giggs y remate, medio mordido, de Sheringham a la red. Era el empate a uno, un tremendo mazazo que partió por la mitad al rocoso Bayern.

Dos minutos después la jugada se repitió. Un nuevo córner. El Bayern temblaba. Bekcham colocó el balón al primer palo, donde encontró el remate de Sheringham, que fue directo al segundo palo, donde esperaba el ‘denomio con cara de ángel’,  Solskjær. El noruego desató la locura para los aficionados del United y convirtió en polvo a los del Bayern, incapaces de levantarse para sacar desde el medio del campo. “Te voy a ser sincero: sin esa derrota no podríamos haber ganado la Champions League ante el Valencia en 2001. La victoria en San Siro fue la demostración de que el equipo había aprendido la lección del Camp Nou. Es muy duro perder una final de la Copa de Europa con dos goles en la recta final, pero logramos sacar lo positivo de esa experiencia para hacernos todavía más fuertes”, me comentó hace poco Ottmar Hitzfeld en una entrevista para MAGAZINE FÚTBOL-TÁCTICO. Una final de la que aún sigue teniendo un recuerdo muy amargo, pero de la que el equipo, como bien dice, se levantó.

LA FICHA DEL PARTIDO:

Manchester United 2: Schmeichel; Neville, Stamp, Johnsen, Irwin; Butt, Beckham, Blomqvist (Sheringham, 67'), Giggs; Cole (Solskjær, 81) y Yorke.

Entrenador: Alex Ferguson

Bayern de Múnich 1: Khan; Matthäus (Fink, 81'), Linke, Tarnat, Babbel, Koffour; Jeremies, Effenberg; Mario Basler (Salihamidžić, 89'), Jancker, Zickler (Scholl, 71').

Entrenador: Ottmar Hitzfeld

Héctor García/@MagazFutbol 

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