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El inglés anotó el gol del empate para el City. Leyenda en el equipo 'blue', Lampard fue aplaudido por ambas aficiones, especialmente la del Chelsea.

Frank Lampard comprobó que el fútbol puede ser caprichoso hasta el infinito. A sus 36 años, la leyenda del Chelsea decidió el pasado verano que terminaría su carrera en Nueva York, en la franquicia que ha abierto el Manchester City en la ?Gran Manzana?. Allí encontraría el final que quería para su carrera, en una gran ciudad, alejado de la presión de la Premier League y perfecto para su familia. Tres meses después de esa decisión, los giros de la vida y de la competición norteamericana, que no comienza hasta marzo, hicieron que Lampard jugara ayer contra el Chelsea con la camiseta del Manchester City, equipo que le encontró acomodo para que pudiera seguir jugando hasta que se marche a Estados Unidos.

Parte importante del Chelsea

Frank Lampard es una parte muy importante de ese nuevo Chelsea que renació a principios de este siglo. Sin él no se entiende gran parte de la grandeza del equipo ?blue? en estos últimos catorce años. Llegó a Stamford Bridge en 2001 tras brillar, como su padre, en la ?Academia?, el West Ham. Lampard destacó siempre por su tremenda llegada desde atrás, convirtiéndose en uno de los mejores centrocampistas de la Premier League y del mundo. Elegido mejor jugador del año en tres ocasiones, Lampard sigue siendo el máximo goleador en la historia del equipo ?blue?, con 203 tantos. En total fueron trece años en los que ganó tres Premier, cuatro FA Cup, una Europa League y el más importante de todos, la soñada Champions League. Una hoja de servicios impecable para el futbolista más querido por la afición del Chelsea. 

Pellegrini jugó muy bien su carta

Manuel Pellegrini, perdiendo el partido y con diez futbolistas sobre el campo tras la expulsión de Zabaleta, quiso jugar la carta de Lampard ante el Chelsea. De repente, los propios jugadores ?blues? y la afición veían que su ídolo vestía contra ellos. Profesional como lo ha sido siempre, el centrocampista inglés marcó en una de sus clásicas llegadas. Fue el tanto del empate para el City, un gol que hace que el Chelsea no se dispare en la tabla (de haber ganando habría dejado a los ?citizens? a ocho puntos y al United a diez). Tras el partido, Lampard se dirigió a ambas aficiones, que ya le habían ovacionado a su entrada al campo. Estuvo más tiempo con la del Chelsea, la que siempre llevara en el corazón. Por supuesto, no hubo ni rastro de celebración en su gol. No lo podía hacer. Más pragmático fue José Mourinho, un técnico que entiende el fútbol desde un cierto punto de vista bélico, donde los jugadores son simplemente eso, jugadores. ?Es un jugador del Manchester City. Quizá yo soy demasiado pragmático en el fútbol, pero cuando decidió fichar por un competidor del Chelsea, las historias de amor se acabaron?, explicó el portugués sobre lo que acababa de ocurrir en el césped del Etihad. Pero la de ayer no puede ser la única y última vez que ocurra. Si el calendario de la Premier lo desea, Lampard podría visitar Stamforfd Birdge antes de emprender camino a Estados Unidos en febrero.

El United, con pies de barro

Los ?diablos rojos? se han dedicado este verano a coleccionar estrellas, pero todas de medio del campo para arriba, olvidándose de su gran Talón de Aquiles: la defensa. Evans y Blackett no parecen tener la suficiente enjundia para ser los centrales del Manchester United. Los de Van Gaal, que llegaron a ir ganando 1-3, se dejaron remontar ante el recién ascendido Leicester, que acabó arrasando (5-3).

La Juventus sigue mandando

El Milan llegaba al ?clásico? de este fin de semana prometiéndoselas muy felices tras haber goleado al Parma. Pero la Juventus le devolvió a la realidad. Ha cambiado de entrenador (Allegri por Conte), pero no el rictus del equipo, el más serio del calcio en la actualidad. Al final fue un 0-1, pero pudieron ser más. Solo la Roma parece que podrá poner en duda su dominio en Italia.

Goleadas de Madrid y Barcelona

Trece goles. Esos han sido los tantos de Madrid y Barcelona este fin de semana. Los blancos certificaron con su 2-8 ante el Deportivo que han vuelto, especialmente Cristiano Ronaldo, con un ?hat-trick?. Ancelotti también parece haber encontrado la solución, que pasa por el equilibrio que le puede dar Illarra al centro del campo. Mientras tanto, el Barcelona sigue sumando de tres en tres, y ya lleva doce puntos de doce posibles. Es cierto que el Levante apenas duró 20 minutos, y más cuando se quedó con 10, pero Messi quiere volver a ser Messi. Y está muy cerca de conseguirlo: ayer marcó un gol y dio dos asistencias. 

Héctor Garcí[email protected]

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