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Son los tres grandes nombres del clásico. El alemán se hizo gigante en la segunda mitad, mandando en su equipo. Isco y Benzema han completado su proceso de transformación. Mientras, en el Barcelona solo brilló Neymar

Llegó pocos días después de haber ganando el Mundial con Alemania y en un Madrid que en pleno mes de julio era asfixiante. Fue presentado sobre las cinco de la tarde, con el termómetro por encima de los cuarenta grados. Pero eso no importó a la afición del Real Madrid, consciente de que llegaba un futbolista distinto, uno de los mejores centrocampistas del mundo. Kroos, al que todos habían señalado como un tipo tímido, se destapó en su presentación con varios gestos de cariño a la afición y algunas palabras en español. Pero lo que más sorprendió fue su seguridad. ?Soy el hombre perfecto para ganar títulos?, afirmó en rueda de prensa, sin saber que meses después cambiaría su rol para el que llegó. Y es que Ancelotti lo iba a utilizar de volante, junto a Xabi Alonso y Modric. Pero la sanción de Alonso para la Supercopa de Europa ante el Sevilla y su posterior salida al Bayern de Múnich cambiaron todos los planes. Kroos, sin quererlo, se había convertido en el hombre ancla del Real Madrid. Una posición en la que no se encontró cómodo en el doble duelo de la Supercopa de España ante el Atlético Madrid. Simeone le ahogó con varios jugadores taponando su fútbol.

Poco a poco, y con la ayuda de una mejora física, el alemán ha ido aumentado su figura en el equipo, hasta hacerla imprescindible. Ante el Barcelona ofreció su mejor versión, dirigiendo en todo momento la sala de máquinas, especialmente en la segunda mitad, donde se hizo omnipresente. 67 pases bien y tan solo tres mal, todo en un partido que se jugó en muchos momentos a golpe de corneta. Ahora nadie duda de que Kroos tenía razón. Es el hombre indicado para este Real Madrid.

Isco y Benzema, nueva versión

Actores secundarios y casi inéditos en anteriores clásicos, Isco y Benzema fueron los otros protagonistas del partido. Carlo Ancelotti despidió al andaluz con un beso, una acción paternal y de reconocimiento. Isco ha aprendió que el fútbol es calidad y sacrificio. Ancelotti, en apenas año y medio en el banquillo, le ha hecho madurar muchos años.

Benzema, mientras, confirmó que ahora mismo está entre los mejores delantero del mundo. Ancelotti también jugó un papel importante con el francés, defendiéndole en sus peores momentos. Lo hizo porque sabía que era pieza básica en un ataque con Cristiano Ronaldo y Bale, dos ?animales? que galopan por todo el frente de ataque. Karim, como Isco, también ha añadido a su gran fútbol un aspecto más: goles.

Solo brilló Neymar

Con Luis Suárez al 50% y Messi muy tapado por las ayudas defensivas del Real Madrid, el brasileño fue la única noticia buena del Barcelona. Neymar no perdió nunca la cara al partido, ni siquiera cuando estaba cuesta arriba con el 3-1. Se fajó duramente con Carvajal, un defensor que no frena nunca.

Héctor García/ @MagazFutbol 

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