Leyendas del Fútbol

EUSEBIO, la 'Pantera Negra'

Hoy se cumplen tres años de la muerte de Eusebio da Silva, el mítico jugador del Benfica y una de las grandes estrellas del fútbol mundial. FútbolTáctico fue el último medio internacional en entrevistar al luso pocos meses antes de su muerte. En su memoria se amontonaban los recuerdos de una carrera única.

  05/01/2017

Hay futbolistas que marcan para siempre la historia de un club: Alfredo Di Stéfano en el Real Madrid; Sir Bobby Charlton en el Manchester United, Franz Beckenbauer en el Bayern de Múnich; Johan Cruyff en el Barcelona o Eusebio en el Benfica. El jugador de origen mozambiqueño construyó el pasado del club lisboeta (en el que jugó durante quince años) y ejercía de símbolo en el presente. Su ascendente también llegaba a la actual plantilla, donde era el padre espiritual de los jugadores antes de los grandes partidos. "La presencia de Eusebio significa mucho. Es una referencia en el Benfica y compartir momentos con él es muy importante para el equipo” afirmó Luisao antes de la final de la Europa League ante el Chelsea del pasado mes de mayo, preocupado por su frágil estado de salud. Sus recuerdos en el club se hacen especialmente gigantes en el moderno museo del Benfica, que recorre los 109 años del club. La segunda planta está casi reservada para Eusebio, donde ‘La Perla Negra’, en un espectacular holograma, responde a las preguntas de sus coetáneos: Di Stéfano, Bobby Charlton, Pelé… También hay algunos de los objetos más personales del portugués, entre los que sorprende ver los guantes de boxeo que le regaló Mohammad Ali. “¿No se qué pasará cuando él no esté?” nos murmulla un empleado del club, consciente de que el jugador de origen mozambiqueño lo es todo aquí. La entrada principal al estadio, en un estilo muy inglés, está dominada por la estatua del mito en un esforzado gesto en uno de sus 301 partidos con la camiseta roja.

“Yo llegué al Benfica porque mi hermano y mi madre habían firmado un contrato con el club. Era un contrato de tres años y 250 contos (la moneda de Mozambique). En los planes del club estaba que yo llegara en el mes de octubre, para el comienzo de temporada, pero mi idea era otra. En mi familia siempre se celebraba mucho las Navidades, así que yo no llegaría hasta diciembre. Sin embargo, el Benfica volvió a llamar a mi hermano y le pidió de manera urgente que viajara a Lisboa, ya que se cerraba el plazo de inscripción. Hablé con mi hermano y le dije que no se preocupara, que viajaba a Portugal. Mi sorpresa nada más aterrizar en Lisboa fue el frío que hacía. En Mozambique estábamos casi a 45 grados y aquí hacía un frío terrible. Nunca había tenido esa sensación en mi vida. No lo aguantaba, así que llamé a mi madre y la pregunté si aún tenía el dinero que le había dado el Benfica en el banco. “Devuélvelo que me vuelvo a casa”, le dije. Pero en medio de todo eso apareció Mario Coluna, capitán del Benfica y también de Mozambique. Él llamó a mi madre y entre los dos me convencieron para que me quedara. Fueron unas primeras semanas terribles, siempre con frío, pero al final acabé acostumbrándome a eso y a mis compañeros”, contaba el futbolista luso. Entre todos los entrenadores que tuvo, uno que le marcó pasa siempre, el mítico Béla Guttman. Él fue el que pidió su fichaje para el Benfica. Y lo hizo en una barbería. Béla Guttman coincidió allí un día con José Bauer, entonces técnico del Sau Paulo, quien le comentó que había conocido a un espectacular delantero en el Sporting Maputo en la gira del equipo brasileño por África. Tres días después Eusebio ya era jugador del Benfica.

Guttman

“Por encima de todo yo le destacaría como un gran hombre. Uno de los mejores entrenadores que yo he tenido. Siempre le agradeceré que me diera la oportunidad de poder ser titular en el equipo. En los entrenamientos y partidos no hablaba mucho con los jugadores, aunque en su cabeza funcionaban todas las ideas. Él sabía cuando el equipo estaba bien o no. Recuerdo la final de la Copa de Europa de 1962 ante el Real Madrid de Di Stéfano, Puskas, Gento... Llegamos al descanso perdiendo 3-2, pero él tenía claro que ese partido lo ganábamos. Nos transmitió toda su fuerza para ganar ese partido por 5-3. Nada más salir del descanso Coluna (minuto 51 de partido) marcó el empate a tres. Luego llegaron mis dos goles, uno de penalti y otro de falta. Para nosotros fue increíble, habíamos conseguido ganar al Madrid de Puskas, Di Stéfano, Gento… Ese día me enfrenté a mi gran ídolo, Alfredo Di Stéfano, al que yo seguía desde Mozambique. Al acabar el partido, en vez de celebrarlo con mis compañeros, me fue directo hacía él y le pregunté qué podía hacer un chico como yo para ser un gran jugador. Alfredo me dio varios consejos que se quedaron grabados. Cada entrenamiento y partido intentaba hacer lo que me había dicho en ese partido”.

Eusebio también nos explicó la verdad sobre la supuesta maldición de Guttman cuando salió del Benfica, con su frase de que los lisboetas nunca volverían a ganar una competición europea. “Yo lo que te puedo decir que eso es mentira, que Béla Guttman nunca dijo eso. Yo participé en la charla donde se supone que salieron esas palabras. Pero la historia fue otra. Guttman nunca hablaba con nosotros en el vestuario, siempre lo hacía en el medio del campo del antiguo estadio de La Luz, donde entrenábamos. Un día, Guttman, en una conversación distendida entre la que yo estaba, comentó que tenían que hacerle una estatura en el medio del campo, y si no fuera. Pero nunca dijo nada de lo que se habla”.

Pelé

Campeón de todo con el Benfica, se quedaba con un momento especial en su carrera, el día que conoció a Pelé. “Para mí uno de los grandes partidos fue ante el Santos de Pelé en un partido amistoso en París. Yo acababa de llegar al equipo y era suplente. El encuentro comenzó muy mal para nosotros, con un 3-0 en contra. Entonces Béla Guttman me llamó para jugar los últimos minutos del partido. Fue un momento grandísimo, en el que marqué tres goles. Recuerdo que a Coluna le pedí incluso que me dejara tirar un penalti (el partido acabó 6-3 a favor del Santos, con dos goles de Pelé en la recta final). Yo nunca pensé que podría marcarle tres goles al Santos y jugar mejor que Pelé. France Football, en la portada del día después, título en la crónica de su portada ‘Eusebio 3, Pelé 2’. Imagínate lo que eso significaba para un chico que venía de África. Perdí el partido ante el Santos, pero demostré que no tenía miedo de jugar ante ellos”. La Pantera Negra pudo jugar junto a Pelé en Estados Unidos, pero ese fichaje se frustó."El equipo al que iba a ir no era el Boston Minutemen, sino el Cosmos de Pelé. Para mí era un honor jugar al lado de otro de mis ídolos, pero la política del fútbol americano no permitía tener dos grandes jugadores en el mismo equipo, así que me tocó ir a Boston. Gané el primer partido en Estados Unidos ante Pelé, él apenas tenía equipo en el Cosmos. Luego viajé a Toronto, un equipo que estaba empezando. La mayoría de los compañeros eran de Yugoslavia, que buscaban una salida de su país”.

El Mundial de 1966, una ocasión perdida

“Eso lo tendré siempre en mi cabeza. El equipo estaba muy bien y yo no tenía ninguna duda de que podíamos ser campeones. Hablé con Coluna días antes de empezar el campeonato y le dije que teníamos que ganar el Mundial, que podíamos hacerlo. De cara a la eliminatoria de semifinales ante Inglaterra tenía claro que debíamos jugar en Goodison Park (campo del Everton), donde habíamos ganado a Corea del Norte en los cuartos de final. Liverpool era nuestro cuartel y los ingleses deberían haber venido a jugar allí, pero tras las negociaciones entre miembros de la Federación inglesa y portuguesa decidieron que teníamos que ir a jugar a Wembley, en Londres.  Nos tuvimos que cambiar de manera repentina y nos alojamos en un hotel de Picadilly, en el centro de la ciudad. Fue imposible descansar con tanto ruido, así que nos volvimos a cambiar a otro hotel, a 37 kilómetros de Londres. Todo eso hizo que llegáramos muy cansados a la semifinal ante Inglaterra, donde perdimos 2-1. Hice un gol a Banks, pero no pudimos ganar ese partido. Soñé con ser campeones, pero no pudimos. Creo que estábamos preparados para haber ganado ese Mundial”.

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