El sistema 3-1 está inseparablemente asociado a la existencia del gran especialista de nuestro deporte, el pívot.
Las metodologías de entrenamiento que hemos aplicado en las escuelas de Fútbol Sala de nuestro país, unido a la crisis económica, que ha impedido importar jugadores brasileños de alto nivel en los últimos años, están provocando que el sistema 4-0 vaya imponiéndose como el predominante en las categorías profesionales y semiprofesionales de nuestro deporte, pues los entrenadores tenemos muchas dificultades para disponer de jugadores capaces de dominar el juego de espaldas a portería.