Cuanto tiempo le dedicamos en la semana de competencia a trabajar en la fase ofensiva de nuestro equipo? Seguramente menos que las otras fases del juego, que son mas sencillas de incorporar, de trabajar y que a su vez nos pueden ofrecer resultados mas provechosos en la realidad del partido, una buena defensa nos puede representar una transición ofensiva con superioridad con mucha mas probabilidad de gol que un ataque organizado, incluso trabajar las situaciones 5 vs. 4 también puede representar mayor probabilidad de éxito que el duro y arduo trabajo de organizar nuestro ataque. Construir es siempre es mas difícil que destruir, lleva mas tiempo, mas paciencia, se necesita de creatividad en igual de proporción que de organización. El ataque posicional también necesita de la combinación justa entre la individualidad y el plan de juego, o mas bien que el jugador tome decisiones con la cuota justa de creatividad y responsabilidad dentro de un sistema o dibujo táctico establecido. Llegar a esta idea de ataque organizado, dentro de la estructura táctica de un equipo, sin dudas lleva un camino largo, mucho mas aún que llegar a la perfección en otras fases, y en el medio del camino aparecen dudas y momentos de crisis, perdidas de pelotas por querer hacer si o si aquello que se entreno sin pensar porque se hacía o muchas veces dar la imagen de ser un equipo robotizado, con movimientos estereotipados y sumamente predecibles. Es por ello que es muy posible que en el camino queden muchos partidos perdidos por esta razón, y esta es la causa por el cual muchos equipos privilegian la atención en sus entrenamientos a otras fases del juego y dejan mas bien librado el ataque a alguna individualidad o mas bien al error del rival.