El fútbol sala es un deporte colectivo, en el que dos equipos compiten en una misma superficie de juego buscando la consecución de un mismo objetivo.
Dada la coincidencia de los dos equipos en el campo de manera simultánea, existe una constante interacción. Dicha interacción sucede con los componentes de un equipo, y, por tanto, sucede la colaboración entre jugadores de un mismo equipo o compañeros.