Editorial de la Edición  42

- Hector García Salido / Redactor del Diario Que!

Proteger a las estrellas y castigar...

Defienden los expertos que el rugby es un deporte de bestias jugado por caballeros y el fútbol es un deporte de caballeros jugado por bestias. Y no les falta razón tras lo visto en las últimas semanas. Ujfalusi y Nigel de Jong han sido portada en todos los periódicos debido a sus brutales entradas. El defensa rojiblanco estuvo muy cerca de dejarnos sin Messi durante varios meses con su terrorífica entrada al tobillo derecho. Mientras, De Jong sí consiguió su objetivo: partió la pierna a Ben Arfa y el jugador del Newcastle estará de baja al menos seis meses. Todo esto ha llevado a un debate: ¿se debe proteger a los ‘cracks’ frente a futbolistas del juego duro?

Sin duda, sí. El fútbol es de esos caballeros que nos hacen disfrutar con su juego cada fin de semana. Cristiano Ronaldo, Messi, Reyes, Iniesta, Ben Arfa… Todos ellos deberían ser protegidos, pero no es fácil. El reglamento debe ser justo para todos, menos para los ‘carniceros’. Ujfalusi no entra dentro de esta definición a pesar de su entrada terrorífica a Messi. El checo nunca había lesionado a ningún jugador antes en su carrera. Por lo tanto, esperemos que la entrada a Messi sea su única mancha en una carrera inmaculada. Todo lo contrario que Nigel de Jong. El ahora jugador del City ya ha rotó varias tibias y casi le parte el pecho a Xabi Alonso en la final del Mundial.

Su compañero de selección, Van Bommel, salió a defenderle diciendo que “juega al límite”. De Jong no juega al límite del reglamento, el holandés juega al límite de ir a la cárcel.

¿Deberían retirarle por tanto la licencia de jugador? Sí. El fútbol es un espectáculo. Ningún niño sueña con ser como De Jong. Todos, en cambio, sí quiere ser como Messi o Ben Arfa. ¿Cómo le explicas a tu hijo que Ben Arfa se tiene que ir del campo con la pierna ‘colgando’ tras una brutal entrada de un jugador? Difícil, muy difícil. Esto también lleva al peligro de que los niños copien ese estilo y no el de jugar al fútbol.

Lo peor todo es que Nigel de Jong se fue de rositas tras su patada a Xabi Alonso y ni siquiera vio la tarjeta tras partir la pierna a Ben Arfa. Ahora el City, mientras la selección holandesa le ha vetado para los dos últimos partidos internacionales, quiere ampliarle el contrato y pagarle más dinero. ¿Se premia entonces a los ‘carniceros’? ¿Le interesa a algún entrenador tener este tipo de jugadores? Para Mancini, que en su etapa de jugador se caracterizó por ser su elegancia en el juego, tal vez sí.

En la Liga española ha pasado lo mismo. Se habló de caza contra Ujfalusi, de mano negra del comité contra el jugador del Atlético. Por su parte, se dudó de Messi tras una recuperación milagrosa. Una vez más, se defiende al agresor y no a la víctima. Lo mismo ha ocurrido con Crisitiano Ronaldo. Mourinho denunció que los árbitros debían proteger más al siete del Madrid. No tardaron en alzarse las voces en contra el entrenador del Madrid. Los más críticos se amparan en el carácter del jugador del Madrid. A veces altivo y otras veces desafiante. Pero eso no es ápice para no proteger a CR7, Messi, Reyes, Iniesta, Xavi… El fútbol es de ellos. De los artistas y nos de los ‘carniceros’.

Pero no sólo ha habido entradas duras en el último mes de competición. También hay otro debate encima de la mesa: ¿Está el Barcelona en crisis? ¿Le falta puntería? No lo creo. Como le ocurrió al Madrid ante el Deportivo, todas estas dudas saltarán por los aires cuando el Barcelona meta seis goles en un partido. Es cuestión de tiempo que Villa se acople al sistema del Barcelona. El que sí parece ir asimilando el sistema de juego o es el Real Madrid. Mourinho ha llegado a la Liga como un huracán.

Ha absorbido todo el protagonismo en el Real Madrid. Nunca antes las ruedas de prensa habían levantado tanta expectación. Mourinho, en Informe Robinson (un delicioso programa deportivo), defendía que las ruedas de prensa formaban parte de los partidos. El Madrid de Mourinho funciona dentro y fuera del césped. Es un lujo tener a un entrenador como el luso en nuestra Liga. Sobre todo para los nosotros, los periodistas. Con Mourinho se acabaron las explicaciones vacías y las entrevistas con monosílabos y sin contenido. ‘The Special One’ entretiene dentro y fuera.