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La paulatina reapertura de China ha llegado al mundo del fútbol. Una serie de intereses televisivos, políticos y empresariales está haciendo que la Superliga de China esté captando a una retaíla de estrellas europeas y brasileñas con unas fichas que no tienen parangón en ninguna de las más potentes ligas del mundo. Así, bajo la mano del Presidente chino, Xi Jinping, el fútbol "amarillo" pretende subir su nivel de cara a que en un futuro a medio plazo pueda disponer de millones de licencias federativas con la intención de convertirse en la nueva potencia futbolística a nivel mundial.

En cierto momento algo cambió en China para que se haya convertido en el país que más está invirtiendo en atraer futbolistas de alcurnia. El ascenso de Xi Jinping a la Presidencia de la República Popular, gran admirador del fútbol, trajo consigo el anhelo de convertir a este país en una potencia mundial arrastrando por imperativo gubernamental a una serie de empresas a la participación económica para potenciar este deporte entre los chinos. El propio Presidente ha mostrado como ejemplo a la, entonces, modesta inmobiliaria Evergrande, que tras invertir en su club, alcanzó fama mundial al vencer su Champions League en 2014 y multiplicó sus beneficios de manera brutal. Si a esto le vamos sumando otras situaciones, como que para la presente temporada se contará con una inversión por los derechos televisivos de 1.125 millones de euros por parte de la compañía Ti'ao Power que tendrá los derechos hasta la temporada 2019-20, y que se llevan realizados fichajes por valor de unos 300 millones bastantes días antes de que acabe el plazo para fichar el próximo 26 de febrero, nos encontramos con una Superliga China que ha pasado por encima de grandes clubes europeos y de las inversiones de importantes ligas como la Premier League inglesa. Otras cuestiones han facilitado la llegada de los "yuanes" al fútbol: Por un lado, el impulso del nuevo presidente de la nación para que se practique este deporte masivamente, introduciendo el fútbol como asignatura obligatoria en los colegios, creándose miles de nuevas escuelas para aumentar exponencialmente los 100.000 niños y jóvenes inscritos en clubes de fútbol en el país. Por otra parte, ante la inminente explosión de dos burbujas económicas que en los últimos años han crecido al máximo en China como la bursátil y la inmobiliaria, las grandes empresas han decidido invertir su dinero en el fútbol. Eso les permite mirar a mercados como el europeo para fichar extranjeros pese a la restricción que existe en la liga de que cada club tenga un máximo de cuatro y otro más asiático por plantilla. A pesar de que a nivel de selección, los chinos tiene bastante complicada la clasificación para la Copa del Mudo de Rusia 2018, la intención del Presidente chino es hacer del país una auténtica potencia del balompié. China debe clasificarse para un Mundial, organizar un Mundial y, finalmente, ganar un Mundial.

Por todo esto, en las últimas fechas hemos visto como se han ido batiendo récords en la cifra de las nuevas incorporaciones paulatinamente. Si a principios de semana era el ya exatlético, Jackson Martínez el que aparecía como el fichaje más caro de la historia de la Superliga, con un montante de 42 millones desembolsados por el Guangzhou Evergrande tras la incorporación hace una semana de Ramires, procedente del Chelsea por el que, el mismo club, pagó 28 millones, cuanrenta y ocho horas después, el Jiangs Suning anunció el fichaje del mediocentro ofensivo del Shakhtar Alex Teixeira por 50 millones de euros, estableciendo un nuevo récord en la Superliga China. Tras un inicio con los traspasos fallidos de Luiz Adriano y Fredy Guarín, el Jiangsu Suning parece dispuesto a saltar la banca. Tras el aterrizaje de Ramires del Chelsea, quien ya debutó con su nuevo equipo marcando un gol en la victoria ante el Anzhi, la llegada al equipo de Alex Teixeira daría un gran salto de calidad al equipo que dirige el rumano Dan Petrescu. El brasileño quería recalar en la Premier League, pero ante la negativa del Shakhtar a la oferta del Liverpool por 36 millones de euros, Teixeira se decantó por la oferta china. El Shakhtar veía a Alex Teixeira como la última joya a la que poder sacar un gran beneficio económico, ya que en la presente temporada, después de seis años en Ucrania, ostentaba unos números increíbles: 22 goles en 15 partidos.

Además de Jackson y Alex Teixeira, recientemente han aterrizado en diferentes clubes de China jugadores internacionales como Ramires, Guarín al Shanghai Shenhua por 12 millones, Gil al Shandong por 10 o Mbia al Hebei por 6. A todos estos futbolistas  se suman los que ya fueron fichados en el mercado anterior por cantidades igualmente millonarias,como Paulinho al Guangzhou por 14 millones, Demba Ba que llega al Shanghai Shenhua por 13 o Asamoah Gyan del Shanhai SIPG por 9 millones. Pero los chinos no sólo se han dedicado a la compra de jugadores. En enero, Wang Jialin, uno de los hombres más ricos de China, adquirió por 53 millones de dólares una parte del Atlético de Madrid. Antes, el magnate de los medios Li Ruigang invirtió 400 millones de dólares en el Manchester City. Los últimos movimientos del mercado futbolístico en lo que a China se refiere, atañen al futuro de Yaya Touré, al que el Jiangsu Suning le está tentando con una ficha de 40 millones de euros anuales, con lo que doblaría el sueldo que cobra en el Manchester City, pasando a ser el tercer jugador del mundo mejor pagado tras Messi y Cristiano Ronaldo. Por otro lado, el técnico español Gregorio Manzano, qie ha sido propuesto como posible seleccionador nacional chino, ha trasladado su puesto en el banquillo desde el Beijing Guoan al Shanghái Shenhua. El jienense afirmaba que "Son los dos clásicos del fútbol chino, han jugado en la Superliga desde su inicio y han mantenido su nombre y su estructura originales. Cuando se enfrentan es como un Madrid-Barça. Ahora lo vivo desde el otro lado",añadiendo en referencia a la situación del fútbol en China que "En este mercado invernal se han fichado futbolistas europeos de nivel top. Creo que ésta es la novedad más significativa desde que llegué. Los clubes chinos no se conforman con tener protagonismo en Asia, quieren ir un paso más allá. El presidente de la República, Xi Jinping, desea que el fútbol prospere y con tantos buenos jugadores debe crecer sí o sí". El técnico español ha sido testigo del despertar de ese gigante dormido que es el fútbol chino después de resultar elegido Mejor entrenador de la Superliga en su debut por delante de Marcello Lippi. Su radiografía del fútbol chino es certera y precisa: "La Liga va por buen camino, pero apenas tiene 25 años de vida. Poco a poco los futbolistas irán viendo como más cercano este país del Lejano Oriente. Falta un poco más de estructura a nivel de base donde los jugadores locales puedan competir. China es la segunda potencia económica a nivel mundial y merece que su fútbol esté en esa misma dimensión". 

 

 

 

 

 

 

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